Málaga

Feligreses de Málaga entre la fe, el rito y el coronavirus

  • Algunos fieles reciben la comunión y dan la paz como indica la Diócesis; otros a la antigua usanza

Feligreses en la iglesia Stella Maris.

Feligreses en la iglesia Stella Maris. / Javier Albiñana

Martes, iglesia Stella Maris, misa de las 13:15. Un par de mendigos apostados en la entrada espera que les caiga alguna limosna. Dentro, una treintena de fieles y un gran silencio sólo roto por los martillos neumáticos de las obras del exterior, los whatsapp de un despistado que no puso el móvil en vibración y alguna tos seca.

El párroco José Manuel Fernández oficia la misa y no hace ni la más mínima alusión a las recomendaciones que el día anterior hizo la Diócesis de Málaga de que se vaciaran las pilas de agua bendita, se evitara el contacto físico en el momento de la paz y se diera la comunión en la mano en vez de en la boca.

A la hora de la paz hay de todo entre los feligreses:unos –siguiendo los consejos del Obispado– solamente hacen un gesto con la cabeza pero no se tocan, otros se dan la mano y algunos –los más osados– hasta se besan. Unos, por desconocimiento de las recomendaciones de la Diócesis y otros porque sitúan el tradicional rito cristiano por encima de los virus.

Luego, a la hora de comulgar, se aprecia la misma división:algunos reciben la hostia en la mano –como aconseja el Obispado– y otros, en la boca. El párroco atiende las preferencias de los fieles sin ningún remilgo; cada uno recibe la comunión como desea, no importan las recomendaciones de la Diócesis. Él y el otro sacerdote que le ayuda acatan la voluntad de los feligreses no manifestada con palabras, sino solo con el gesto de poner la mano o abrir la boca.

Párrocos informarán de las recomendaciones de la Diócesis en las misas del fin de semana

El cura explica que durante las misas del fin de semana ya informará a los fieles de las recomendaciones del Obispado. Además, confirma que la iglesia ha recibido una nota en la que la Diócesis sugiere esos cambios debido al coronavirus. Por cierto, en la pila no hay agua bendita; pero no había ya desde antes.

El párroco aclara que se trata de consejos, pero que si un feligrés pide la comunión en la boca “no podemos negarnos porque son las normas de la Iglesia”. Él no ve con malos ojos los consejos dados por el Obispado. “Toda recomendación para ayudar, bienvenida sea. Hay cierta psicosis con todo esto, quizás exagerada; pero las recomendaciones son buenas”, opina.

Una inmigrante que acude al sermón y que prefiere mantener su anonimato ignora los consejos que la Diócesis de Málaga colgó en su web el lunes pasado. “De todos modos da igual, porque cuando el cura da la hostia en la mano, él la toca”, sostiene.

Pero entre los feligreses que asisten al oficio religioso –mujeres mayores sobre todo–, son mayoría los que comparten las medidas aconsejadas por el Obispado. “Yo a algunas personas les he dado la paz con la cabeza, pero a otras que me han extendido la mano, se las he dado. Me daba apuro no corresponderlas”, explicaba Natividad Gutiérrez. Ella opinaba que los sacerdotes deberían informar en las misas y en las iglesias.

Concepción Mingorance se enteró por whatsapp que le reenviaron sus amigas. “Están bien las recomendaciones porque, aunque no sea el coronavirus, darnos la mano puede ser un foco de transmisión de enfermedades. Me parecen oportunas”, sostenía. Ella dio la paz inclinando la cabeza. Por primera vez no lo hizo con la mano.

María Luisa Callejón también estima “acertadas”las recomendaciones de la Diócesis. Y ella, las siguió recibiendo la hostia en la mano y dando la paz con una inclinación de la cabeza. El fin de semana, cuando los párrocos informen a la grey durante las misas quizás más fieles opten por seguir esos consejos. Aunque siempre hay gérmenes a los que están expuestos, ahora los feligreses se debaten entre la fe, el rito y el coronavirus.

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