Fiebre por la música disco

TEATRO CERVANTES

A partir de esta noche y hasta el lunes, Málaga quedará embrujada por la Fiebre del sábado noche. Dentro de la programación del Festival de Teatro, la música disco y el baile serán los protagonistas en las próximas noches con esta producción de éxito que se encuentra de gira por España. El musical Fiebre del sábado noche está basado en la mítica película que supuso el lanzamiento de un desconocido John Travolta con su interpretación de Tony Manero y ya ha triunfado en los escenarios de Nueva York, Sidney, Amsterdam, Londres, Buenos Aires y en la Gran Vía madrileña.

El espectáculo, un maratón de dos horas y media de baile desenfrenado con las canciones de los Bee Gees, presenta 12 de los clásicos de la música disco, como Stayin'Alive, Night Fever, How Deep is Your Love, You Should Be Dancing, If I Can't Have You, Tragedy, Disco Inferno y Jive Talking. El papel de Tony Manero ha lanzado al estrellato a grandes intérpretes, ya que requiere de unas dotes excepcionales de canto, baile e interpretación y en Madrid supuso el descubrimiento de Juan Pablo di Pace, actor argentino que ahora compagina su actuación en la gira con su presencia en series de televisión. Juan Pablo estará acompañado por Beatriz Ros en el papel de Stephanie e Isabel Malavia que interpreta a Annette. Concursantes de Fama a bailar participan también en el cuerpo de baile de este musical, dirigido por Karen Bruce y con la supervisión musical de Phil Edwards.

La historia de Fiebre del sábado noche se desarrolla en Brooklyn, donde Tony Manero es un humilde dependiente de una tienda de pinturas de día que al caer la noche se convierte en un rey vestido de poliéster en el club nocturno local. Todos los sábados por la noche Tony se desliza dentro de sus pantalones acampanados, se pone su camisa con chorreras y sale a la calle para demostrar que puede caminar, hablar y definitivamente, puede bailar. Cada semana divide la pista de baile como si fuera el Mar Rojo cuando el club cae bajo el embrujo del golpeteo de la música disco y las coreografías fuera de serie de Tony.

Pero las luces del club se apagan al final de la noche y el mundo real vuelve a Tony y sus amigos, que obsesionados con la noche, tienen que enfrentarse en algún momento a la realidad y madurar en la dura ciudad de Nueva York.