El conflicto vecinal en la barriada de Ardira, en Carretera de Cádiz, se zanjó finalmente ayer con la inauguración del local municipal que acogerá a los dos centros ciudadanos de la zona: la Asociación de Mayores Virgen de la Luz y la Asociación Cultural Nueva Ardira. El problema comenzó en el año 2012, cuando un grupo de vecinos de la zona denunció la situación que atravesaba la anterior asociación en el local situado en la calle Alcalde José María Corona. Según los residentes, el centro se convirtió en "un club privado" ya que se cerró la entrada a parte de los socios. "Hemos estado luchando para que volvieran a permitir la entrada a estos vecinos. Se expulsó a la asociación pero al final hemos conseguido recuperar el espacio", explicó el presidente de la Asociación Cultural Nueva Ardira, Enrique Pérez.

Así, tras la denuncia del "uso indebido" de la sede, el Ayuntamiento procedió a desalojar el centro para rescatar la cesión del espacio, expulsando a la asociación del mismo en octubre de 2013. La acción contó con el respaldo de la Federación de Asociaciones de Vecinos Cívilis, a la cual pertenecía el centro antes de integrarse en la Federación Solidaridad.

Finalmente, el Consistorio cedió el local municipal este año para que sea compartido por ambos colectivos tras las remodelaciones llevadas a cabo para que tanto la Asociación Cultural Nueva Ardira -registrada en el Consistorio como tal en diciembre de 2013- como el antiguo colectivo puedan desarrollar sus actividades.

Así, el edificio cuenta ahora con entradas diferentes y tabiques de separación para cada una de las asociaciones: por un lado el módulo de 60 metros cuadrados destinado a mayores -con entrada por calle Alcalde José María Corona y donde estarían miembros de la anterior asociación- y otro módulo de 80 metros cuadrados para la Asociación Cultural Nueva Ardira -que cuenta con un mayor número de vecinos y a la cual se accede por calle Cuchares-.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que acudió ayer al acto de inauguración del nuevo local acompañado por el concejal del Distrito de Cádiz, Raúl Jiménez, y vecinos de la zona pertenecientes a ambos colectivos, destacó la normalidad alcanzada tras las actuaciones llevadas a cabo en el espacio. "Este centro era una excepción en Málaga al no permitir la entrada de socios pero el problema ya se ha resuelto y la situación es normal, pudiendo usar todos el espacio. "Es importante que el mundo asociativo sea intenso y fuerte, pero sobre todo que sea abierto y democrático", indicó el regidor malagueño.

De igual forma, De la Torre recalcó el acondicionamiento del espacio realizado por los servicios operativos del distrito de Carretera de Cádiz. "Hemos aprovechado la etapa de nueva apertura para dotarlo de aire acondicionado y darle unas condiciones de confort que sean más gratas para todos", agregó el alcalde señalando las diferentes posibilidades de desarrollar ahora actividades según las necesidades de cada colectivo: desde aquéllas para el bienestar físico y psíquico de adultos hasta programas de formación para menores.

Con esta actuación se da por cerrada la crisis vivida en esta barriada desde 2012 tras la paradoja que suponía que vecinos de Ardira no admitieran a residentes del propio barrio como socios. "Preferimos no recordar el conflicto. Lo importante es que la Federación recuperó el local y ya está abierto para que todos podamos disfrutar del espacio", concluyó el presidente de Nueva Ardira.