Fuerte caída de víctimas mortales por accidentes en carretera y vía urbana

Los accidentes de tráfico siguen siendo uno de los principales problemas de este país aunque, afortunadamente, el número de víctimas mortales ha descendido de forma considerable en los últimos años. La Dirección General de Tráfico (DGT) señala, por ejemplo, que en 1999 fallecieron en la provincia de Málaga, tanto en carretera como en vía urbana, un total de 132 personas mientras que en 2010 fueron 66, un número demasiado elevado para cualquier sociedad pero que representa menos de la mitad de anteriores ejercicios.

"Hay más denuncias pero también es cierto que tenemos menos víctimas mortales, por lo que la Guardia Civil no solo está para poner multas sino también para ayudar", explica Pedro López de la Cámara, subjefe de la Jefatura Provincial de Tráfico. Este directivo subraya que, solo en carretera -sin contar las zonas urbanas- murieron 49 personas en 2010 y 33 en 2011, mientras que en 1999 fueron 101.

Los fallecidos son la parte más negativa de los accidentes, aunque también hay personas que sufren daños de diversa gravedad y muchas de ellas quedan incluso postradas para el resto de sus vidas. El número de víctimas, en general, también se ha disminuido con el paso de los años. En 1999 se registraron en las carreteras y las zonas urbanas de Málaga un total de 3.930 afectados y en el año 2010 fueron 2.956.

Hay menos fallecidos, menos heridos y menos accidentes, si bien en este último aspecto la merma no ha sido tan grande. En 1999 se contabilizaron 2.618 accidentes con víctimas en la provincia y en 2010 fueron 2.153. Es significativo que haya menos accidentes si se tiene en cuenta que ha aumentado de forma notable el parque de vehículos tanto en Málaga como en España. En 1999 había 22,4 millones de vehículos circulando por las carreteras del país y en 2010 sumaban 31 millones. Antes había 59 muertos por cada 1.000 accidentes y ahora son 29. Puede haber varias causas que justifiquen una disminución de los accidentes pese a que haya más vehículos. Las carreteras y autovías son más seguras, hay más controles, una mayor concienciación ciudadana y los vehículos están mejor dotados técnicamente. Sin embargo, hay que extremar el cuidado porque siguen muriendo personas.