Con el recuerdo del buque de crucero Sovereign, que en sus últimos meses de vida permaneció parado en el puerto de Málaga 58 jornadas antes de terminar en el desguace, otro barco turístico fondeado en la bahía malacitana desde mayo, espera para ver cuál será su futuro. El Berlin, un pequeño buque de 139 metros adscrito a la compañía alemana FTI Cruises, desde principios de esta semana espera acontecimiento tras la quiebra de esta naviera dedicada en exclusividad al mercado germano.

Integrada en FTI Group, una macroempresa implicada en el sector turístico, esta compañía que sólo dispone de este barco, afectada muy seriamente por la crisis del Covid-19, el pasado lunes anunciaba su cierre, quedando el Berlin a expensas de que se hará con él.

Construido en los astilleros alemanes HDW en 1980, este buque que desde entonces ha navegado con cinco nombres distintos (uno de ellos, Berlin, repetido en varios periodos de tiempo), constituye un modelo de barco que estuvo muy de moda a finales del siglo XX, antes de que irrumpieran en el mercado los grandes buques de crucero hoteles flotantes. Con capacidad para 412 pasajeros repartidos en 210 camarotes, este barco de siete cubiertas fue ideado para realizar viajes exclusivos en muy diferentes destinos.

Cumplimentando rutas por el Caribe y fundamentalmente por Europa, el turismo británico en limitadas ocasiones y, sobre todo el alemán, han sido durante sus cuarenta años de vida sus principales mercados de trabajo.

El puerto de Málaga ha servido durante la pandemia para su abastecimiento

Asiduo en aguas malacitanas con los nombres: Berlin, Spirit of Adventure y FTI Berlin, este buque que realizó su última escala con pasajeros en noviembre de 2019, desde mayo de este año ha permanecido fondeado en la bahía malagueña a la espera de órdenes tras quedar cancelada su actividad en el mes marzo.

Conocido como “El barco de los sueños”, a su bordo se rodaron 21 episodios de una afamada serie emitida por la cadena de televisión alemana ZDF. El Berlin, a la espera de órdenes y ya bajo un estricto control sanitario, entre mayo y julio ha realizado cuatro rápidos atraques en el puerto malagueño; unos amarres donde se efectuaron operaciones de desembarco de tripulantes y avituallamiento.

Quebrada la naviera y con el añadido de la edad de este buque, las expectativas sobre la supervivencia del Berlin son muy escasas; un hecho que lleva a pensar que este veterano barco en no demasiado tiempo sea vendido para el desguace. Desaparecidas ya, a causa de la pandemia, dos pequeñas navieras muy similares a la propietaria de este buque, el cese de FTI Cruises constituye la tercera baja de una compañía pequeña en el mercado crucerístico.

Fondeado aún en la bahía, el Berlin, que podría hacer en breve un último atraque en el puerto malagueño, espera para ver cual será su futuro; un futuro nada halagüeño y que como en el caso del Sovereign, ya varado para el desguace, tiene a Málaga como protagonista.