Gamarra, un pequeño pueblo en la capital

El barrio, construido en los años cuarenta del pasado siglo, lleva casi dos décadas luchando por un centro de salud, sin éxito · Se caracteriza por sus casas mata

Varios vecinos jugando a la petanca en las pistas de Gamarra.
Varios vecinos jugando a la petanca en las pistas de Gamarra.

22 de septiembre 2008 - 01:00

En torno a la Parroquia de la Purísima, se articula el barrio de Gamarra. Se caracteriza por sus construcciones pequeñas, las cuales se levantan en torno a una plaza, como si de un pequeño pueblo se tratase. La vida allí, salvando las distancias, también es similar a la del mundo rural, tranquila y familiar, como reconoce Guillermo Jáuregui, presidente de la asociación de vecinos. Según asegura, están contentos con el trato municipal que reciben, pero lamenta que su caballo de batalla, casi dos décadas después, siga siendo la necesidad de dotar al barrio de un centro de salud propio.

Jáuregui saca de un cajón de su despacho una vieja carpeta roja, donde conserva recortes de periódicos desde hace décadas. Tiene pruebas de las "mentiras" vertidas sobre el citado proyecto. Decenas de promesas incumplidas, en este caso, por la Junta de Andalucía. "Nuestra lucha se remonta al año 1991, cuando estaba de alcalde Pedro Aparicio. Desde entonces hemos realizado dos recogidas de firmas y hemos escuchado decenas de promesas, pero nada. Y en el barrio hay vecinos muy mayores que tienen que coger el autobús para ir al centro de salud de Nueva Málaga", dice el presidente del colectivo vecinal de Gamarra.

Sobre el futuro centro de salud, el Ayuntamiento tiene reservada una parcela en los antiguos Campos 21, cerca de la gasolinera de Las Chapas. En esta superficie, donde hace décadas se ubicaba una residencia militar, también se construirá la futura junta de distrito y una gran biblioteca, según fuentes municipales. Pero en la actualidad sólo es un proyecto en papel.

El barrio se construyó en los cuarenta del pasado siglo, como viviendas franquistas protegidas. Hoy, la media de edad de su población, ciertamente, es bastante avanzada. "Esto es un problema porque muchos empiezan a tener problemas de movilidad y necesitan de más servicios", añade Jáuregui, que estima que en Gamarra viven unas 15.000 personas aproximadamente.

El presidente de la asociación de vecinos también pide más seguridad. "En los parques de la zona algunos jóvenes hacen botellón y a veces generan problemas", dice. Pero por lo demás, confiesa que la vida en Gamarra es muy tranquila. "Antes se decía, voy a bajar a Málaga", recuerda. El barrio limita con el Camino Suárez y Martínez Maldonado, es decir, está cerca del casco antiguo, pero en su momento fue uno de los primeros ensanches de la ciudad.

Conscientes de que no tienen metros para seguir creciendo, los vecinos de Gamarra siguen con expectación las obras del Parque del Norte, el que será el gran pulmón verde del distrito Bailén-Miraflores. Como oferta lúdica, además de los patios privados del colegio de las Hijas de Jesús, sólo tienen unas pistas de petanca. Y unas calles poco transitadas por vehículos donde los niños juegan a la pelota. Pero sus vecinos están contentos, sólo piden un centro de salud.

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