Ginebra con sabor a la Serranía de Ronda

destilería La empresa la lanzó al mercado hace un año

1895 se ha convertido en los últimos meses en una de las bebidas de moda · La presencia de cítricos, la clave del éxito

Diego Ruiz muestra una botella de 1895.
Diego Ruiz muestra una botella de 1895.
Javier Flores / Ronda

12 de junio 2011 - 01:00

1895. Leer de entrada este número puede llevar a pensar que podamos hablar de un acontecimiento histórico o un año especial para alguien. Nada más lejos de la realidad. Bajo esta cifra se esconde una de las ginebras de moda en el mercado andaluz. "Genuinamente andaluza, malagueña y rondeña", como la define Diego Ruiz, gerente de la empresa que la lanzó al mercado hace ya un año. Su especial composición y diseño han logrado que sea una botella que no puede faltar en los restaurantes y pubs de moda.

Especial éxito tiene en la provincia de Cádiz, donde su rápida introducción ha sorprendido a sus creadores, además de en la propia Málaga. Provincia de la que se nutre su alma y su secreto. Y es que casi todos los productos utilizados para su elaboración son malagueños. En especial, una de sus novedades: la presencia de cítricos destilados, naranja y limón, que le confieren un sabor especial que hace que sea una compañía muy especial para la típica conversación tras una buena comida o en una tarde de relax.

Son muchos los cócteles que con ella se puedan confeccionar y que ya hacen las delicias en muchas playas andaluzas. No obstante, dentro de poco podrían ampliar sus horizontes porque tras estar presente ya en casi todas las provincias andaluzas, ahora se negocia su llegada a Mallorca y Valencia. Resulta también muy llamativa la forma de elegir la fórmula definitiva, que tras numerosas pruebas con diferentes proporciones, terminó reducida a cinco opciones. "Y no ha salido la que más me gustaba personalmente", cuenta Diego Ruiz. Y es que se fueron con muestras de sus cinco fórmulas a diferentes restaurantes de amigos para, una vez almorzado, hacer una cata con amigos y clientes, que son los que finalmente eligieron con sus puntuaciones la ginebra que saldría al mercado.

Además, la imagen era otra de sus obsesiones. Eran conscientes de que tenían que dar con un diseño fresco y moderno, que creen haber conseguido. Eso sí, en su ordenador todavía permanecen las decenas de pruebas que realizaron los diseñadores para perfilar la imagen final. Además, el nombre de la marca también suele llamar la atención, aunque con una visita a las instalaciones de las Destilerías El Tajo se descubre la incógnita. En su bodega están los barriles que esconden el secreto, el Brandy 1895, uno de los licores señeros de la empresa junto a sus conocidos anises y pacharanes, que llegan a distintos países de Europa.

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