El tradicional concurso de enganches de Ronda volvió ayer a concentrar a miles de espectadores en la ciudad del Tajo. Organizado por el Real Club de Enganches de Andalucía, un año más ha vuelto ser una obra benéfica, ya que los ingresos que se recogen por la venta de entradas se destinan a dos asociaciones sin ánimo de lucro de la ciudad. Un año más el público no faltó y llenó a rebosar la plaza de toros, lo que provocó que en los alrededores del coso maestrante se congregaran cientos de personas que no querían perderse en paso de los carruajes, que de forma incesante entran y salen de la plaza.

Esta XXXIV edición ha contado con los coches más destacados de los concursos de Sevilla y Jerez, carruajes de época únicos en el mundo y restaurados especialmente para el uso, algo que se realiza excepcionalmente en Andalucía para paseos de feria, concursos y actos festivos. Gracias a estos se han recuperado oficios como carroceros, herreros, faroleros, tapiceros, guarnicioneros, cocheros, que se estaban perdiendo, creando un importante número de puestos de trabajo.

Los caballos son en un 90% ejemplares de PRE (Pura Raza Española), cuya preparación técnica y entrenamiento como caballo de deporte en doma clásica constituye uno de los objetivos principales de la Escuela de Equitación de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, junto a la preparación de formación profesional para futuros jinetes y profesores de equitación.