Málaga

El Gobierno da luz verde a construir otro faro en el puerto de Málaga

  • El informe favorable del Gobierno se inscribe en el ajuste urbanístico que se está tramitando para permitir la construcción del hotel

Vista de La Farola de Málaga.

Vista de La Farola de Málaga. / Marilú Báez

El funcionamiento de La Farola de Málaga, con sus 204 años de historia, como señal marítima toca a su fin. Esta es la principal conclusión que puede extraerse del informe positivo emitido por la Comisión Nacional de Faros a petición del Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol en el marco de la modificación de elementos necesaria para dar encaje al hotel de 116 metros de altura proyectado en la zona del dique de Levante.
Si bien la apuesta del Puerto por contar con un nuevo faro está sobre la mesa desde hace dos décadas (muestra de ello es que en 2001 ya fue ejecutado el basamento para su instalación), es ahora cuando el camino parece definitivamente allanado para su materialización. Sobre ello, el presidente del Puerto, Carlos Rubio, recuerda que desde la construcción del espigó de Levante ya se manejaba esta actuación. "La Farola casi no se ve cuando navegas y te acercas a Málaga", explica, señalando que su luz se confunde con la iluminación de la ciudad.
La posición favorable del ente estatal, dependiente de Puertos del Estado, juega a favor del proyecto hotelero, al ser uno de los pronunciamientos necesarios dentro de la tramitación final del ajuste urbanístico. El mismo encara su recta final tras haber sido aprobado de manera provisional. Sea como fuere, las fuentes consultadas han precisado que más allá del proyecto del hotel, la necesidad de contar con una nueva señal marítima existe desde hace años, ya que la actual tiene serias limitaciones dada la luz que hay tras La Farola.
En cualquier caso, las dudas que se ciernen sobre la iniciativa, que tiene tras de sí a un fondo de inversión catarí, son claras después de que el Ministerio de Cultura anunciase semanas atrás la apertura de un expediente informativo para determinar el posible impacto que esta construcción tendrá sobre el paisaje de la ciudad.
Los informes de la Autoridad Portuaria en el marco de esta modificación urbanística constatan la apuesta por trasladar la señal marítima a un nuevo emplazamiento, en concreto al extremo del dique de Levante. Una operación que, de acuerdo con las previsiones económicas manejadas en el plan de urbanización requerido en el proyecto, supondrá una inversión de 1,5 millones de euros.

En el citado documento, el Consistorio demandó al ente presidido por Carlos Rubio la actualización de las nuevas partidas referidas a, entre otras cuestiones, el traslado de la señal marítima. Pero no sólo, porque también se mencionaban otras intervenciones en el entorno, como la realización de mejoras de accesibilidad en el entorno de La Farola, valoradas en 459.600 euros; la implantación de medidas de movilidad, por otros 112.000 euros; y actuaciones de sostenibibilidad de Puerto Verde, por 555.000 euros. 

Todo ello incrementa en 2.626.000 euros el presupuesto estimativo de ejecución material de las obras de urbanización. Una suma ciertamente baja si se toma en consideración que, de acuerdo con los cálculos de la promotora, la ejecución del hotel y sus usos complementarios podrían requerir de unos 200 millones de euros de inversión.

La propuesta de edificación que está sobre la mesa y que ha vuelto a merecer el rechazo de Icomos, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos, se sustancia en una torre de unos 116 metros de altura (casi veinte menos que el diseño original), con 27 plantas, con capacidad para 378 habitaciones y un auditorio para 1.100 espectadores.

Desde la Plataforma Defendamos Nuestro Horizonte, su portavoz, Juan Antonio Triviño, señala que el pronunciamiento de la Comisión de Faros confirma que el hotel apagará la Farola. En su explicación, Triviño señala que lo que se le ha preguntado a este órgano es si la torre proyectada afectará a la Farola y luego si el hecho de que esta se apague obligará a construir otro faro. "La comisión de Faros no tiene por qué pronunciarse sobre si un faro sí o un faro no. Se pronuncia sobre si a la Farola se le puede o no poner delante un edificio; eso es lo que se ha preguntado", apostilla.

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