La Guardia Civil pide al Ayuntamiento datos sobre la situación del Starlite

La Guardia Civil, a través del Seprona, ha requerido al Ayuntamiento de Marbella numerosa documentación relacionada con la situación de las instalaciones, actividades y obras realizadas en la zona de la cantera de Nagüeles, donde desde hace siete años se viene celebrando el festival Starlite, tal y como adelantó ayer Marbella Confidencial. Entre los documentos, se solicitan los tipos de licencias municipales otorgadas a Bendeus S.L., sociedad encargada de la organización del evento, para la ejecución de "las diferentes obras permanentes y desmontables, para el cierre del lugar y para la modificación del terreno". También se piden los permisos concedidos tanto en la parte donde se ubica el auditorio como del parking ubicado frente al parque natural.

La Benemérita investiga además en qué condiciones está explotando la citada sociedad el festival "y si la misma ha manifestado el conocimiento y aceptación del condicionado por la que se autoriza al Ayuntamiento de Marbella la ocupación del terreno" y "si posee consentimiento de la Administración para realizar dichas actividades".

Entre otras cuestiones, se plantea si el Starlite posee seguro de responsabilidad civil "y si este cubre las actividades realizadas (auditorio de música en directo, discoteca y restaurante)", y si el evento cuenta con aprobación del plan de evacuación de emergencias y plan de autoprotección en materia de incendios forestales.

Por último, los investigadores solicitan la documentación relativa a las "medidas de protección de la legalidad urbanística y/ sancionadora", así como aquellas referidas a la instalación del sistema de iluminación "compuesto por focos y conducción eléctrica de baja tensión, que transcurría apoyado en las ramas y troncos de los árboles existentes en el camino de acceso al auditorio", y que tras una investigación del Seprona concluyeron que estos habían sido instalados por el Ayuntamiento.

La actuación de la Guardia Civil se produce tras varias denuncias, entre ellas la relativa al horario de cierre de la discoteca anexa al auditorio que, según la parte denunciante, debía ser las dos o tres de la madrugada, dependiendo el día de la semana, y que se sobrepasaba hasta pasadas las 6:30 horas, lo que ha provocado las quejas por ruido que impedían el descanso de los residentes así como de los empresarios de la zona. Este periódico intentó ayer, sin éxito, recabar la versión municipal de los hechos.