Hallan el cadáver del hombre desaparecido cuando buscaba espárragos en Mijas

Triste final para Antonio Boeta, el hombre que desapareció en Mijas el pasado viernes. El cuerpo del hombre, de 50 años y natural de este municipio, apareció ayer en una zona de cañaverales de arroyo Pilones, un cauce situado en el diseminado de La Atalaya. Al parecer, según informaron fuentes cercanas al caso, el cadáver fue localizado por un grupo de familiares que realizaron un rastreo paralelo al que estaban llevando a cabo los miembros de la Guardia Civil. A primera hora de la mañana un grupo del área de actividades subacuáticas del Instituto Armado y perros de rastreo se encargaron de revisar varios kilómetros del arroyo, aunque no pudieron dar con el cuerpo debido a que éste se encontraba en un área de cañaverales. Finalmente, los familiares localizaron el cadáver a las tres de la tarde, aunque tuvo que ser sacado del cauce por buzos de la Guardia Civil al tratarse de un lugar de difícil acceso.

Una vez sacado del agua, se pudo comprobar que el cuerpo presentaba numerosos golpes y magulladuras al parecer ocasionadas por el arrastre del agua, por lo que todo apunta a que la muerte pudo ser accidental. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Málaga para realizar la autopsia y determinar las causas concretas de la muerte.

La víctima desapareció en el área de Arroyo de los Toros el pasado viernes cuando iba a recoger espárragos en este punto del municipio. Antonio salió al campo junto a un grupo de amigos, aunque no llegó al lugar de encuentro acordado a primera hora de la tarde. La familia, alarmada por la tardanza, interpuso una denuncia ante la Guardia Civil, por lo que se realizó un rastreo inicial durante el sábado. El domingo se llevó a cabo un dispositivo especial, formado por unas 70 personas, que se saldó sin resultados.

Paralelamente, continúa la búsqueda de Francisco Ruiz, un jubilado de 63 años que fue visto por última vez en las inmediaciones del polígono de La Vega de Mijas.