Hallan una dañina especie de mejillón en un pantano de Málaga

La Junta de Andalucía restringe el uso de embarcaciones recreativas en el pantano Conde Guadalhorce para frenar su expansión

Un ejemplar de mejillón cebra localizado en el pantano de Iznájar.
Un ejemplar de mejillón cebra localizado en el pantano de Iznájar.
Raquel Garrido Málaga

15 de noviembre 2014 - 01:00

Una especie invasora, considerada una de las más dañinas del mundo para el hábitat en el que se instala, ha sido localizada en el pantano Conde del Guadalhorce. La Junta de Andalucía se ha visto obligada a adoptar medidas cautelares inmediatas para intentar poner freno al temido mejillón cebra, por lo que ha impuesto restricciones al uso de las embarcaciones recreativas autorizadas y prohibido navegar por sus aguas a las que no tienen concesión.

Hace un mes y medio que esta especie fue localizada por primera vez en la provincia de Málaga, si bien ya estaba presente en los pantanos de Iznájar y Bermejeales. El delegado provincial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Javier Carnero, explicó ayer que la causa más probable de su introducción en el pantano Conde del Guadalhorce es mediante una de estas embarcaciones de recreo puesto que la larva de esta especie invasora se adhiere con facilidad.

Para evitar que mejillón tigre llegue a otros ríos o embalses de la provincia, la Dirección General de Infraestructuras del Gobierno andaluz impuso hace varias semanas medidas de control en el pantano afectado que implican que los actuales concesionarios de hidropedales o kayacs, entre otros, que hay en el entorno no podrán trasladar estas embarcaciones a ningún otro sitio para evitar su propagación. Tampoco podrán navegar por el embalse ningún tipo de embarcación que no esté sujeta a las mencionadas concesiones precisamente con el mismo objetivo.

Según el delegado provincial, "son las únicas medidas que podemos adoptar ya que al tratarse de un embalse de abastecimiento no podemos hacer uso de ningún otro método que implique un riesgo para el estado de la aguas".

El problema es que este organismo, originario del mar Caspio, pertenece a una especie muy dañina capaz de originar cambios ecológicos drásticos en los ecosistemas donde se instala y en los usos humanos ligados a estos medios fluviales, como el taponamiento de las conducciones de agua.

Además, por su modo de dispersión asociado al trasiego de embarcaciones, es capaz de expandirse en un corto periodo de tiempo por un gran número de zonas.

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