Herido tras recibir al menos cinco puñaladas en la zona de Capuchinos

El Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en las que ayer se produjo una agresión a un hombre de 36 años con arma blanca. La víctima recibió, al menos, cinco puñaladas: dos en una pierna y tres en otra. Además, presentaba una brecha en la nariz. El suceso tuvo lugar en torno a las 8:00 en la zona de Capuchinos. Poco después, saltaron las alarmas en todo el barrio. La noticia, en apenas unas horas, corrió como la pólvora.

Un vecino, que se encontraba tomando café en un bar de la calle San Bartolomé, próxima al lugar en que se produjeron los hechos, respondió al aviso de una mujer que solicitaba que se llamara a una ambulancia ya que ella no tenía crédito en su móvil. Al salir del local, el hombre, según su testimonio, facilitado a este periódico, fue a socorrer a un individuo que sangraba abundantemente en plena calle. "Le vi la cara y descubrí que éramos amigos. Se da la casualidad de que lo conozco desde hace años por la pescadería en la que trabajo. Grité su nombre y le pregunté qué le había pasado. Me contestó que había sido una pelea", relató el testigo.

La víctima sólo atinaba a pedirle que le llevara a un hospital. "Pensé que, mientras cogía el coche y lo subía tardaría más. No quería que se me quedara allí. Veía que estaba sangrando mucho. Además, empezó a respirar raro y me asusté", afirmó el hombre. Llamó hasta tres veces al servicio de emergencias sanitarias 061 para que los efectivos se apresuraran en llegar. Su objetivo era lograr que el herido no perdiera el conocimiento. "Sólo pensaba en que vinieran lo antes posible a por él. Para que no cayera inconsciente, le intentaba hablar mucho", aseguró. Pero la víctima se desplomó tras indicarle que las heridas que presentaba por arma blanca correspondían "a una pelea". Los sanitarios del 061 le trasladaron al Hospital Regional, desde donde después indicaron que se encontraba en Observación de Urgencias, estable y pendiente de evolución.

Según el hombre que alertó de lo ocurrido, la Policía Nacional había hallado un charco de sangre en la carretera de Capuchinos y algunos vecinos habían sido testigos de una discusión ocurrida allí entre varias personas. "Venía andando desde la cuesta ya con las puñaladas. Salió huyendo y le dio tiempo a bajar. Se apoyó en un coche y después se quedó sin fuerzas", añadieron otros residentes en la zona. La mayoría de ellos había escuchado hablar de la agresión. Unos apuntaron a que podía tratarse de un intento de robo, dado que el padre de la víctima regenta un restaurante. Otros se limitaron a expresar que el barrio "es muy conflictivo", aunque reconocieron que no se solía llegar al extremo de lo acontecido ayer.