¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Grandes palabras
Málaga tiene desde ayer dos nuevos adalides que llevarán su nombre por bandera. La corporación del Pleno de la Diputación concedió al diseñador David Delfín y al músico cubano Chucho Valdés los títulos de Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo, respectivamente, quienes recogieron ayer estas distinciones en un emotivo acto celebrado en la sede del órgano supramunicipal. El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, fue el encargado de entregar los reconocimientos a los elegidos, de los que destacó la genialidad de ambos: "Desde hoy [por ayer] se convierten en embajadores de Málaga. Tienen una creatividad sin barreras, una capacidad sin límites de cambiar el mundo que los rodea. Son dos artistas de la emoción", describió.
A la ceremonia acudieron representantes de todos los grupos políticos de la institución y familiares de los galardonados. Tras una breve presentación que corrió a cargo de la diputada Marina Bravo, subió a recoger su título un sonriente y emocionado Chucho Valdés, que agradeció entusiasmado la distinción. El compositor cubano, hijo del reconocido músico Bebo Valdés, fijó su residencia en la localidad malagueña de Benalmádena en el año 2006, cuando, después de una visita a su padre, quedó encandilado de los encantos que dice esconder la tierra donde ahora vive: "Le dije a mi padre que él había dejado Suecia con mucho frío y ahora estaba en el paraíso", bromeaba Valdés, al que el reconocimiento le llega después de otras muchas distinciones internacionales, como la concesión del honoris causa por varias universidades o la Medalla Félix Varela, máxima distinción de la cultura cubana. Aún así, el afamado músico aseguró sentirse muy feliz por la conexión que tiene con Málaga: "Puedo hablar más fácil con el piano que con la voz. Esto es demasiado para mí, ha sido muy especial, se me ahogan las palabras", reconoció.
Pero no fue el único en emocionarse. El turno le llegaba también al malagueño David Delfín, que recogió su título de Hijo Predilecto de la ciudad en reconocimiento a su dilatada trayectoria profesional, que supera su faceta de diseñador de moda ya que también ha participado en obras cinematográficas como director artístico o ha elaborado el diseño integral de álbumes musicales. El polifacético diseñador, que nació en Ronda pero vivió hasta los 18 años en Marbella, señaló que la distinción le llegaba coincidiendo con un excelente momento profesional, ya que ahora se cumplen los diez años desde que comenzara a participar en la pasarela de Madrid. "Es un regalazo. Ha sido una alegría detrás de otra", admitió el diseñador. Delfín quiso agradecer a los asistentes el título, que se lo dedicó enteramente a su familia: "El nombramiento ha sido una gran alegría, sobre todo para mi madre, me hace especial ilusión por mi familia. Estoy muy agradecido por el título, prometo ser un buen hijo", sentenció muy entusiasmado David Delfín.
De nuevo Bravo volvió a repetir unas palabras en nombre de la Diputación de Málaga, afirmando que con los nombramientos de ambos artistas se producía un "hermanamiento de la cultura" y que se merecían ser distinguidos con estos títulos: "Han sido unos actos de justicia y afecto a dos personalidades excepcionales", dijo.
Pero el broche final llegaría con la sorpresa que Chucho Valdés tenía reservada a los asistentes. Aún con el título recién entregado, el músico deleitó a todo el público con la interpretación a piano de varias piezas musicales, entre ellas el Concierto de Aranjuez. El público respondió al detalle con un enorme aplauso con toda la sala en pie, mientras Valdés agradecía de nuevo el cariño mostrado por los malagueños. Cierre musical que tuvo el acto en el que Delfín como Valdés se convirtieron en Hijos de Málaga.
También te puede interesar
Lo último
¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Grandes palabras
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Una línea en la pared
1 Comentario