Huertos urbanos, nuevas zonas verdes

En épocas de crisis el ingenio se agudiza para buscar soluciones y salir adelante. La asociación El Caminito, compuesta por 15 miembros, se propuso desarrollar un huerto urbano en medio de Málaga para aprovechar un solar junto al cementerio de San Miguel que el Ayuntamiento tenía previsto para tal fin pero que nadie había solicitado aún su explotación. Algunos de los que invierten su tiempo en esta iniciativa estaban sin trabajo y encontraron aquí un espacio de participación y aprendizaje.

Fernando es miembro de la asociación El Caminito y disfruta cuidando el huerto ya que para él cumple también la función de lugar de encuentro ciudadano donde los vecinos pueden conocerse y desarrollar una actividad limpia. "Es un proyecto que conforme va pasando el tiempo cada vez lo veo más interesante y bonito. Con el plan de mejoramiento y adecentamiento del entorno será un espacio donde los ciudadanos puedan empezar a decir qué es lo que quieren hacer con él y puedan hacerlo".

Ahora mismo el espacio que está restaurado cuenta, además de con el huerto, con flores de todo tipo, plantas aromáticas o medicinales y girasoles. Entre los cultivos de comida se pueden encontrar con berenjenas, cacahuetes, pipas, pimientos picantes o fresas.

Al ser un huerto comunitario las tareas se reparten entre los socios estableciendo turnos para el sistema de riego o el cuidado de las plantaciones pero todos aportan su granito de arena. Cuando hay que hacer un trabajo específico que requiera a más de una persona se hace un llamamiento y todos acuden a colaborar. Jorge, también miembro de El Caminito, cuenta que para recaudar fondos se hacen diversas actividades y talleres como plantaciones de frutales o una campaña de apadrinamiento de uno de ellos aportando 10 euros. "Me es gratificante porque somos un grupo de gente que nos llevamos muy bien y nos divertimos, se trabaja a gusto", cuenta Jorge.

La ilusión por mantener vivo durante mucho tiempo el solar con las plantaciones se queda en nada si se compara con el trabajo y esfuerzo que esta asociación está invirtiendo en un nuevo proyecto para el montículo que separa el cementerio de San Miguel del huerto. Su intención es regenerar un espacio abandonado que ahora mismo está sirviendo de vertedero para convertirlo en un mirador donde los vecinos del barrio o cualquier visitante que lo desee pueda disfrutar de las vistas y puestas de sol en un ambiente tranquilo. "La idea es que sea accesible para las personas mayores y todo el público. El reto que la gente lo cuide y lo haga suyo", explica Jorge.

Fernando hace una apuesta por las pocas zonas verdes de las que dispone un barrio o una ciudad incidiendo en que hay que cuidarlas y mimarlas para que las generaciones venideras puedan disfrutar de ellas. "Entiendo que los vecinos del barrio necesiten más aparcamiento pero pensamos que la zona que hay es para otra cosa. El montículo no se puede utilizar como un aparcamiento porque una vez limpio y ordenado le da mucha vida a la zona", declara Fernando refiriéndose al nuevo espacio.

Encontrar un lugar de relajación en mitad de una ciudad como Málaga, rodeado de plantas aromáticas, flores de todo tipo, un pequeño huerto que crece día a día, zonas para talleres y actividades con los vecinos, un banco decorado con mosaicos, un pequeño parque con accesibilidad para todo el mundo y un gran mirador para contemplar las puestas de sol es el sueño por el que ahora mismo apuesta la Asociación El Caminito.