En la continua rueda de anuncios, titulares y llegadas de empresas tecnológicas, la elección de Málaga por parte del Centro Interuniversitario de Microelectrónica (IMEC, por sus siglas en inglés) podría haberse perdido como uno más para los pocos avezados en la materia tecnológica, sin embargo supone uno de los mayores hitos en la historia reciente del sector, amén de los expertos consultados por Málaga Hoy. 

Tanto sube el suflé, que Ezequiel Navarro, presidente de Innova IRV (la fundación público privada que aúna al sector privado, administraciones y Universidad de Málaga), se aventura a afirmar que la llegada del IMEC está a la altura "de la creación hace treinta años de un parque tecnológico. Si hoy, gracias a esa decisión, hay más de 20.000 trabajadores y una parte importante del PIB de Málaga depende de la tecnología, la llegada del IMEC puede multiplicarlo por tres o por cuatro en los próximos años". 

Muy sonados han sido las llegadas de Google, Vodafone, Oracle o la ampliación de Dekra, pero para Navarro, "esto es mucho más grande, son inversiones con una enorme barrera de entrada y una enorme barrera de salida en la que se concentra una enorme capacidad de conocimiento y de tecnología y puede atraer otras grandes líneas, como la fotónica, como la atracción de otras grandes compañías de semiconductores...". 

El IMEC, que cuenta con más de 5.000 investigadores de 95 países – en Málaga han anunciado al menos 450 trabajadores directos– y más de seiscientos socios industriales, es uno de los mayores centros de investigación en microelectrónica y semiconductores a nivel mundial, y su próxima llegada a Málaga, fruto del acuerdo alcanzado por Gobierno, Junta y Ayuntamiento, propulsa la ciudad como nodo tecnológico del sur de Europa. En la llegada del mismo también ha tenido una fuerte influencia el Instituto Innova IRV.

Una vista de parte del PTA, donde estará alojado el IMEC.

"Era un objetivo que teníamos desde el primer momento en que se crea el instituto, estaba en la estrategia de microelectrónica para Andalucía que redactamos", asegura Navarro, a la vez que da su lugar en la buena nueva a las demás instituciones implicadas. "El éxito tiene muchos padres y nosotros lo que hemos hecho es ser el francotirador que apunta a un objetivo, luego muchísima gente ha ido a por él". 

Desarrollo de tecnología, independencia y formación

El por qué este centro –"el más importante del mundo en desarrollo de tecnología microelectrónica", coinciden todas las fuentes consultadas– será tan influyente en la economía malagueña, pero también posicionará a España en un punto clave dentro del sector en Europa lo resume Navarro con tres claves. 

La primera, "no sólo diseñan, desarrollan las tecnologías de fabricación de los chips, no es lo mismo diseñar un chip y que lo fabriquen en Taiwan a desarrollar la tecnología para su fabricación y trabajar con las foundries [fábricas de semiconductores]". Ahora mismo, el 90% de esta producción se da en Asia y el 60% en Taiwan, pero "estas tecnologías punteras para meter millones de transistores en un milímetro cuadrado las desarrollan en IMEC". 

La segunda es la independencia. La deslocalización en Asia de las fábricas de estos componentes hacen que ahora –se notó una fuerte crisis por falta de stock de estos elementos con el Covid– tanto Europa como Estados Unidos hayan apostado por "tener sus propias capacidades". Ahí se integra el PERTE Chip y una reserva de "12.000 millones de euros para estos chips, hay que recordar que sin ellos no funciona el software, y Málaga fue la primera en sacar la mano para decir que queríamos estar ahí". 

La tercera de las patas es la formación, "en Málaga tenemos ventajas objetivas: muy buen talento y una muy buena universidad comprometida". La mina de talento de la que deben nutrirse en el futuro tanto IMEC como las posibles empresas que vengan atraídas por su instalación. 

Enrique Márquez es vicerrector de Transferencia, Empresa y Transformación Digital en la UMA y tiene mucho que decir en este sentido. Para Márquez, que "IMEC acabe aterrizando en Málaga no es una noticia buena, sino excelente". 

La relación con la UMA del próximo centro de investigación está asegurada en tanto que ellos tienen una estructura peculiar, son un nodo interuniversitario, "ya tenemos varios compañeros trabajando con ellos y la relación seguro que será directo entre los grupos de investigación e IMEC". 

A esto añade que su llegada se da junto con el "cambio de paradigma que estamos teniendo en la UMA, antes exportábamos talento y ahora lo importamos, que es muy importante. Esperamos que esto suponga un efecto llamada y captar más estudiantes no sólo de Málaga si no del resto de Andalucía o de Málaga". 

Para Márquez, IMEC, además, supondrá un salto nacional, "para mí uno de los índices más relevantes de un país es su capacidad para fabricar tecnología, además de software, esperamos convertirnos en un polo con influencia en el ámbito de la microelectrónica". 

El director del Málaga Tech Park –donde se va a asentar–, Felipe Romera, asegura que "será un cambio radical en el ecosistema, un salto a una dimensión que nunca hemos tenido". 

"Nos convertimos en una referencia de la microelectrónica en el mundo, cuando la microelectrónica es el objeto de deseo de todos", valora Romera que añade que traerlo a Málaga "tiene una dimensión muy difícil de valorar, pero es muy grande, en la próxima década veremos la influencia". 

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, hizo este lunes este importante anuncio en el Congreso. El nuevo instituto se instalará en el Málaga TechPark, el Parque Tecnológico de Andalucía, y se estima que creará 450 empleos altamente cualificados.

"Todos hemos jugado muy fuerte, sin la colaboración de absolutamente todos no estaríamos hablando hoy de esto, todos los eslabones han sido imprescindibles, se ha hecho cómo nos gusta hacer aquí las cosas, colaborando", resume el director del PTA.

Para tener una visión de la magnitud del anuncio, Romera asegura que los semiconductores "son en estos momentos lo que tanto Europa como Estados Unidos han decidido desarrollar como un privilegio mundial, aquí vamos a tener el centro de referencia global, a partir de ahí todo lo que haya que decir se queda pequeño". En Lovaina, donde está la primera sede de este instituto de investigación, "ha cambiado el entorno de toda la ciudad". 

"Es un gran cambio en el futuro del parque, será un elemento de atracción importantísimo", añade, apuntando que IMEC es una "referencia mundial de la microelectrónica, que casi nadie puede decir que lo tiene, además, es una referencia en diseño, que es lo más importante, las fábricas sin los diseñadores no son nada". 

Además, recuerda que ninguna empresa ocupa tanto espacio en el parque como las cinco hectáreas que necesita el IMEC, por lo que el salto de calidad para el propio parque también será enorme. A esto, Romera suma que no es el único avance en el sector de los microchips y que ahora mismo se "está negociando un proyecto de 120 millones de euros con el Ministerio de Industria dentro del PERTE Chip".