Indignación y muchas dudas en los pensionistas

Los jubilados empezaron ayer a pagar por los medicamentos un tope de entre 8 y 60 euros mensuales · Los farmacéuticos tuvieron que dar todo tipo de explicaciones y hubo malas caras

Un cliente se dispone a pagar la compra de unos medicamentos, ayer, en la farmacia.
Un cliente se dispone a pagar la compra de unos medicamentos, ayer, en la farmacia.
Ángel Recio / Málaga

02 de julio 2012 - 01:00

"Nos vamos a volver locas. Es el primer día y no paramos de dar explicaciones". Carmen Vargas-Machuca es la propietaria de la farmacia Caffarena, un establecimiento que abre las 24 horas todos los días del año, por lo que ha sido una de las primeras boticarias en tener que poner en marcha el sistema de copago sanitario que se inició ayer 1 de julio. Era domingo y solo esta farmacia, otras que abren también todo el día y las que estaban de guardia tuvieron que lidiar con los cambios. Al resto les tocará ponerse las pilas hoy lunes.

Las caras de sorpresa se repetían una y otra vez cuando le comunicaban a algún pensionista que a partir de ahora tendría que pagar por los medicamentos recetados pese a que ha sido noticia en las últimas semanas. De sorpresa y de enfado. "He estado 30 años trabajando para que ahora me digan que tengo que pagar 80 céntimos", decía indignado Paco.

Ningún jubilado pagaba nada por sus medicamentos hasta ahora. Desde ayer deben abonar un 10% del importe de las recetas hasta un tope mensual de 8 euros si la pensión es inferior a 18.000 euros anuales; 18 euros si cobran entre 18.000 y 100.000 euros al año; y 60 euros si reciben una pensión de más de 100.000 euros anuales. Solo quedan exentos aquellos jubilados con pensiones no contributivas. En el caso de los trabajadores y desempleados también hay cambios. Antes todos pagaban el 40% de cada receta. Ahora los trabajadores que cobren hasta 100.000 euros al año pagan el 50%; y los que perciben más de 100.000 euros anuales el 60%. En el caso de los parados, los que reciban la prestación por desempleo tienen que abonar el 50% y los que no reciben prestación no tienen que pagar nada, siendo los únicos beneficiados por la medida. En Málaga hay 290.000 pensionistas y más de medio millón de ocupados.

Marta Santana es una señora mayor, llegó ayer por la mañana a Caffarena, sacó varias cajas de pastillas y la tarjeta sanitaria. "Ahora hay que pagar", le advirtió la farmacéutica. "A mí me ha dicho el médico que no tengo que pagar nada, que soy pobre y pensionista", respondió Marta. Al final tuvo que abonar 37 céntimos de euro.

El proceso fue relativamente sencillo en la receta electrónica. Simplemente el empleado metía la tarjeta y el sistema informático, automáticamente, decía cuánto tenía que pagar el usuario en función de su renta. Vargas-Machuca explicó que el programa funcionó bien. El problema venía cuando no había tarjeta y la receta se entregaba en papel, porque ahí ya no aparecía el grupo en el que se encuadraba cada ciudadano si estaba hecha con anterioridad.

Un hombre, que prefirió no dar su nombre, se quedó blanco cuando la farmacéutica le dijo que tenía que pagar 17,40 euros por un medicamento que antes le costaba 45 céntimos. Afortunadamente para el caballero, el sistema indicó posteriormente que sólo tenía que pagar esos 45 céntimos porque era una medicina contra la diabetes que tenía que ingerir de forma crónica, de forma que no le penalizaban más. "No me parece mal que paguemos algo por las medicinas, pero que antes paguen los políticos por todo lo que roban o por las pérdidas millonarias en las empresas públicas", afirmaba enojado mientras otros clientes asentían.

Cinco minutos después llegó a la farmacia Liubova Gorbachova. Trabajó 25 años como médico en la antigua URSS y ahora está atendiendo en Málaga a un anciano de 95 años enfermo. "En Rusia todo era gratis en la sanidad y aquí lo que hay es una matanza, están esperando a que se mueran los pacientes. Todo lo tendría que pagar el estado", subrayó.

El nuevo modelo se irá asentando con los días. Los boticarios explican que recibieron la información sobre los cambios este pasado viernes a las 21:00 en un power point en el Colegio de Farmacéuticos, por lo que no han tenido tiempo para asimilarlo. Había ayer muchas dudas sobre qué debe pagar cada cliente y cómo apuntarlo en los ordenadores. Vargas-Machuca indicó que tres días antes de la entrada en vigor del copago "muchas personas han venido a vaciar sus tarjetas para no tener que pagar más a partir de hoy [por el domingo]". Así han acumulado medicamentos por unas semanas, pero cuando se les acaben tendrán que volver y pagar. Es una de las consecuencias de la pésima situación económica de España y se afronta, pero el mosqueo era general.

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