El Infoca suma más medios al dispositivo por la falta de lluvia

Con la primavera ya avanzada el estrés hídrico que sufren los montes malagueños es tal que cualquier descuido puede hacer que arda como ya ocurrió el pasado mes de febrero cuando se quemaron casi 800 hectáreas del Valle del Genal en el que se convirtió en el incendio forestal más grave ocurrido en la última década. Ante tal panorama y para evitar males mayores, el dispositivo Infoca incorporará a lo largo de este mes nuevos medios y más personal dedicados en exclusiva a las tareas de extinción, a pesar de que no es lo habitual y de que la época de mayor riesgo no empieza normalmente hasta el 1 de junio.

Pero este año es excepcional por culpa de la climatología y después del gran fuego que tuvo lugar en pleno invierno, la Consejería de Medio Ambiente no quiere volver a correr riesgos. Los cuadrantes de trabajo del dispositivo Infoca van a reforzarse durante este mes con 778 especialistas y 91 vehículos autobombas se encuentran disponibles para tareas de extinción en el caso de que se produzca algún siniestro en cualquier punto de la comunidad. En cambio, otros 1.433 especialistas y 78 vehículos autobomba permanecerán realizando labores de prevención con idea de limpiar de vegetación los montes para prepararlos para el verano, aunque podrán incorporarse a cualquier emergencia si son requeridos para ello.

Además, según fuentes del dispositivo, todas las bases logísticas del plan Infoca, tanto los centros de defensa forestal como las tres bricas, poseen recursos para ser despachados de forma automática en caso de incendio. En el caso de las tres bases de Sevilla, Málaga y Granada disponen cada una de ellas de helicópteros posicionados en las mismas y once operarios en cada una en varios turnos para cubrir las 24 horas del día.

Con esta organización del trabajo, según las mismas fuentes, se garantiza "una respuesta rápida ante todos los avisos de incendios que se vienen produciendo" en un contexto meteorológico como el de este año en el que la escasez de lluvias y las altas temperaturas favorecen la propagación rápida de los siniestros.

La prueba está en que desde que empezó el año y hasta el pasado lunes el dispositivo Infoca ha tenido que intervenir en un total de 22 fuegos registrados en suelos forestales, de los que 5 resultaron incendios y otros 17 quedaron en conatos, es decir, la superficie calcinada fue inferior a una hectárea.

Los 22 siniestros que han tenido lugar en tres meses y medio han quemado 511,45 hectáreas forestales, de las que 183,2 son de terreno arbolado y otras 328,1 de matorral. Eso sin contar las 265 de pastizal de las 765 hectáreas que arrasó el fuego en Pujerra, el más grave desde 2001, y que no engrosaron las estadísticas oficiales al tratarse de vegetación herbácea de fácil regeneración.

Aún así, la cifra de hectáreas afectadas es más que significativa si se tiene en cuenta que la época de mayor riesgo se sitúa entre el 1 de junio y el 15 de octubre. Sin embargo, la superficie forestal calcinada desde enero casi iguala ya a las 560 hectáreas de matorral y arbolado que resultaron dañados en 2011 y está por encima de las 58,5 hectáreas que se quemaron en el verano de 2010. Eso sí, sigue siendo inferior a la media de 800 hectáreas del último decenio.