Ayudado por agentes de la Policía Nacional, a paso lento y con una chaqueta en la cabeza para cubrirse el rostro. Así llegó ayer Francisco T. P. a los juzgados de Torremolinos para prestar declaración sobre las 9:40 horas, ya que este hombre fue arrestado el pasado miércoles por supuestamente disparar a un anciano en la cabeza en pleno centro de Torremolinos, lo que acabó de forma instantánea con la vida de éste último. Tras una mañana dentro de los juzgados, finalmente el responsable del Juzgado de Instrucción número tres decretó el ingreso en prisión sin fianza del sospechoso al imputarle los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas.

Los hechos sucedieron el pasado miércoles por la tarde en pleno centro de la localidad. A esa hora la víctima, Pedro L. M. N., que tenía 79 años y era natural de Ciudad Real, se encontraba sentado en la plaza junto a un amigo cuando el detenido se acercó por detrás y le descerrajó un disparo con una escopeta de cañones recortados en la cabeza, lo que se saldó con la muerte inmediata del anciano.

Tras el disparo, el sospechoso, que era de Olvera (Cádiz) aunque estaba domiciliado en Málaga, se alejó de la plaza con la escopeta en la mano. A pocos metros del lugar de los hechos el agresor fue detenido por agentes de la Policía Local y posteriormente trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Torremolinos, donde estuvo casi dos días hasta su traslado a los juzgados para prestar declaración ante el juez instructor.

Fuentes cercanas al caso indicaron que la causa del incidente puede ser de tipo económico, puesto que el agresor pedía a la víctima una comisión por una operación inmobiliaria, en este caso la venta de un piso de la que el sospechoso reclamaba una cuantía en concepto de corretaje. Este fue el origen del problema, hasta tal punto que el ahora detenido fue condenado a cuatro años de prisión por lesiones graves al apuñalar hace cinco años al comprador del inmueble, una tercera persona.

Tras su salida de prisión, hace poco más de un año, siguieron las rencillas entre Pedro y el agresor. De hecho, una pareja amiga de la víctima aseguraba que éste tenía miedo ya que había recibido una serie de amenazas. La víctima llevaba poco más de una semana en Torremolinos, donde tenía un apartamento a escasa distancia.