Ingresa en prisión el indigente acusado del crimen de un policía
El Ayuntamiento tapia el local en el que vivía Reinert por "seguridad" y para evitar ocupaciones


Stefan Reinert, el presunto agresor del agente del Cuerpo Nacional de Policía que fue asesinado el pasado miércoles, ingresó ayer en prisión por un supuesto delito de atentado a la autoridad y de homicidio. Hacia el mediodía, el indigente recibió el alta médica en el hospital Clínico, donde permanecía ingresado con heridas leves desde un día después de que ocurrieran los hechos, indicaron fuentes sanitarias.
El local abandonado en el que Reinert vivía ha sido tapiado por el Ayuntamiento, lo que responde, en palabras del concejal del distrito Carretera de Cádiz, Raúl Jiménez, a "razones de seguridad", puesto que el inmueble se encuentra "muy deteriorado". Con ello se pretende también evitar que sea ocupado por otros indigentes.
La misma tarde en que se produjo la agresión, y cuando aún no había muerto el agente que fue apuñalado, la Policía solicitó "un tapiado preventivo" al Consistorio, que inició los trámites. Tras un segundo requerimiento al propietario del local, la Gerencia de Urbanismo procedió a ello "subsidiariamente" entre ayer y el lunes.
Durante la jornada en que falleció el joven efectivo, y en la que concluía el plazo de detención de 72 horas, Reinert se negó a declarar. El juzgado de instrucción número 4 de Málaga decretó prisión provisional comunicada y sin fianza, explicaron fuentes judiciales.
El mismo miércoles, cuando el hombre, presuntamente, mató de una puñalada en el pecho al policía en el momento en que iban a detenerle, fue trasladado del Hospital Regional al Clínico, que cuenta con un módulo penitenciario. Allí presentaba heridas superficiales por arma blanca y de fuego.
El historial policial y judicial de este indigente alemán es bastante extenso. De hecho, ya había sido condenado recientemente a un año de cárcel, pero no entró en prisión porque no conseguían dar con su paradero. El Juzgado de lo penal 3 de Málaga llevaba más de un año tratando de localizar al mendigo, que solía moverse por la zona de calle Frigiliana y allí fue donde se produjo el suceso el pasado miércoles, para ejecutar una sentencia en la que se le había condenado a un año de cárcel y al pago de una multa de 180 euros por agredir a un policía nacional cuando le sorprendió pegándole a su pareja en la calle Pacífico. Eso ocurrió en octubre de 2011 y la Audiencia de Málaga ratificó la condena en enero de 2013. Al ser una pena inferior a dos años de prisión podría haberse librado de ir a la cárcel si hubiera pagado la multa, pero nunca lo hizo. El Juzgado Penal 3 inició el procedimiento de ejecución de la sentencia y habían intentado dar con su paradero en tres ocasiones en este último año.
Mientras tanto, iban surgiendo nuevos delitos y juicios. El último previo al homicidio de Francisco Díaz ocurrió el pasado 6 de marzo. Varios vecinos de la calle Frigiliana alertaron de que Reinert iba persiguiendo a una persona con un cuchillo. Se personó una dotación de la Policía Local y, antes de que le diera tiempo a un agente a bajarse de la moto, el indigente se abalanzó sobre él y le pegó en la cabeza. El agente asesinado y sus compañeros fueron a buscarle y detenerle el miércoles por maltrato a su ex pareja.
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