Miguel de Cervantes escribió El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha (1605) en una crisis económica más aguda que la actual. Según esta premisa, que recuerda la catedrática de Literatura de la Universidad de Oviedo María del Carmen Bobes, es posible hacer buena literatura con pocos recursos. Aunque en este caso se trate de uno de los mejores escritores a nivel mundial. Como sea, en tiempos de recesión económica, Bobes cree que la literatura goza de buen estado de salud.

"La crisis no afecta porque la literatura es barata, no su difusión, pero para crearla sólo es necesario papel y pluma, algo bastante asequible", asegura la catedrática. No obstante, la calidad literaria sí es cíclica y no siempre roza la excelencia. En este sentido, la experta señala que entre los jóvenes escritores falta originalidad en muchas ocasiones. "A mí me toca muchas veces estar en tribunales o en comisiones que dan premios y nos llegan centenares de novelas. Todas son originales pero en el mismo sentido, la mayoría trata de romper con lo establecido. Alguna buena hay, pero supongo que eso es así por la naturaleza humana, hay mucha gente que imita y no hay mucha gente genial", arguye la experta.

María del Carmen Bobes ofreció ayer una conferencia titulada Las poéticas del no, aquellas que niegan la posibilidad del conocimiento desde la literatura. Este pensamiento surge con el postmodernismo, que se caracteriza sobre todo por una actitud diferente, por no implicarse en nada. Bobes explica que uno de los principales defensores de este pensamiento es el teórico Groucho Marx, quien decía: "Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros". Es decir, todo vale.