La apuesta de la Junta de Andalucía por dar solución a los problemas de tráfico que padece el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) va a tener en el próximo mes de mayo una primera acción. La Consejería de Fomento pondrá en marcha un carril reversible en la carretera A-7056, que conecta la autovía del Guadalhorce con el parque, con el fin de aliviar en lo posible los atascos que se producen a primera hora de la mañana.

Según fuentes conocedoras de la actuación, la intención es que este carril esté operativo entre las 07:30 y las 09:30, dando continuidad a su uso por las tardes pero en sentido salida. Ello con un presupuesto estimado de 430.000 euros, según las fuentes.

Esta es una de las acciones que se ha expuesto en una reunión mantenida en la tarde de este lunes por responsables de la Consejería de Fomento, con la consejera del ramo, Marifran Carazo, a la cabeza, así como del Ayuntamiento de la capital, con empresarios del parque.

A esta primera solución se suma la apuesta por poner en marcha cuanto antes la lanzadera de autobuses desde la última parada del Metro, en la ampliación del campus de la Universidad, hasta el PTA. De acuerdo con los datos conocidos por este periódico la idea es que el recorrido de esta línea sea de unos 14 kilómetros, con una velocidad media de 20 kilómetros por hora. El proyecto contará con cuatro autobuses y una frecuencia de paso de 12 minutos.

El recorrido de la lanzadera es de unos 14 kilómetros, con una velocidad media de 20 kilómetros

La pretensión es que el coste del transbordo sea nulo o mínimo para los usuarios, con lo que se asume que parte del mismo será costeado por el Consorcio de Transportes, esperándose que también haya aportación por parte de las empresas de la tecnópolis. Precisamente, en el encuentro se busca aclarar los detalles respecto a la financiación del funcionamiento de este dispositivo, clave para que pueda activarse su puesta en servicio en el corto plazo. El compromiso de todos los actores implicados es claro en favor de esta medida.

Cabe recordar que ya el año pasado, coincidiendo con la Semana de la Movilidad, se puso en marcha de manera experimental. Uno de los hándicaps al que se enfrenta es la ausencia, de inicio, de una plataforma reservada para los autobuses, lo que afectará a su velocidad comercial.