La creación de un hotel de cinco estrellas en el dique de levante, en el puerto de Málaga, empieza a ser un proyecto con papeles por delante y no simplemente una declaración de intenciones. El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, confirmó que representantes de un grupo inversor catarí entregaron ayer en la sede de la institución portuaria la documentación necesaria para que se inicie el proceso administrativo (este periódico adelantó en septiembre de 2014 que el grupo se había reunido con Plata y que en enero ya le había presentado una maqueta). Es un primer paso que muestra el interés de estos inversores, pero aún quedan muchas barreras por sortear. De hecho, el propio Plata reconoció que "se inicia un itinerario técnico y administrativo complejo".

Para ceder el suelo para la construcción del hotel había dos opciones: que el Puerto sacara el concurso público o que lo pidiera una empresa. La ventaja de la última fórmula era evitar el riesgo de que no hubiera ningún inversor interesado. Al final, ganó la segunda. Fuentes próximas al grupo catarí señalan que lo que se ha presentado es la documentación administrativa necesaria para la petición de la convocatoria de concurso para optar a la concesión administrativa del hotel en la plataforma del morro de levante, en su parcela E, colindante con la estación marítima y el club Mediterráneo.

La documentación aportada, que será entregada entre ayer y hoy, consta de varios apartados. Se incluye, por un lado, un estudio de viabilidad económica en el que se exponen cuáles son los costes, el flujo de retorno de la inversión y el pago de los cánones al puerto malagueño. En este sentido, la Ley de Puertos obliga a abonar un aval del 2% sobre la ejecución del edificio.

Los inversores también han entregado, a través de un informe realizado por la consultora Deloitte, un estudio de oportunidad comercial de la operación en el que analizan cuál es la situación de la industria hotelera en Málaga capital y qué opciones tiene un establecimiento de cinco estrellas. Cabe señalar que la ley portuaria solicita demostrar que este tipo de proyectos son buenos tanto para la ciudad como para el propio puerto a la hora de justificar la concesión del suelo. Fuentes cercanas al proceso afirman que "eso sí ha sido fácil". Por otra parte, si bien los inversores son de Catar, ha sido necesario constituir una empresa en España.

Este es el material entregado. A partir de ahora, la Autoridad Portuaria tiene que analizar toda la documentación para ver si es idóneo o no hacer ese hotel y, por tanto, si se convoca el concurso público. En caso afirmativo, podrá presentarse cualquier empresa y los inversores que han iniciado el proceso solo serían uno más.

Pero no todo acaba ahí. Si la Autoridad Portuaria sigue adelante, debe solicitar a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga la modificación de esa parcela para adaptarla a las necesidades del hotel. Plata indicó ayer que "se va a solicitar". Una vez modificado el plan especial del puerto por parte del Consistorio tiene que dar el visto bueno el Consejo de Ministros.

Quedan, por tanto, numerosos trámites y es prácticamente imposible fijar fechas para la construcción de un edificio que quiere ser emblemático en la ciudad. El proyecto catarí plantea un hotel de cinco estrellas y 35 plantas de altura, siete menos que las que puso como tope la Gerencia de Urbanismo en noviembre de 2012. El Ayuntamiento permitía, como máximo, una altura de 175 metros porque, si se sobrepasara, no sería aceptado por Aviación Civil.