LA MAR DE HISTORIAS

El ‘Island Escape’

‘Island Escape’ en una de sus visitas al puerto de Málaga. ‘Island Escape’ en una de sus visitas al puerto de Málaga.

‘Island Escape’ en una de sus visitas al puerto de Málaga. / J. C. CILVETI

Hoy les narraré algunas curiosidades de un peculiar buque de crucero; un barco de turistas que, ya desguazado, vivió dos singulares momentos en el puerto de Málaga. Construido entre 1981 y 1982 en los astilleros franceses Dubigeon-Normandie por encargo de la Scandinavian World Cruises, una filial turística de la naviera danesa DFDS, este buque inició su carrera bautizado como Scandinavia, estando considerado por entonces como el cruiseferry más grande del mundo. Tras sufrir dos cambios de nombre y navegar para cuatro navieras diferentes, en 2002, este barco era renombrado como Island Escape bajo la contraseña de la compañía Island Cruises, una subsidiaria de Royal Caribbean.

Con una capacidad para 1.606 pasajeros que en años posteriores se amplió a 1.740, este buque de crucero, ya reconvertido como tal, llegaba por primera vez a Málaga en abril de 2005. Tras aquel primer atraque que tuvo lugar en el muelle número dos, nuestro protagonista de hoy que en todas sus visitas colocaba junto a la escala del pasaje la figura de un pirata, en 2009 protagonizó una destacada circunstancia en aguas malacitanas. Debido a un fuerte temporal, el 23 de diciembre, el Island Escape entraba de arribada a Málaga coincidiendo en esa jornada con el Aurora, otro buque de crucero que se refugiaba del mal tiempo en el puerto malagueño. Frente a esta curiosidad que al día siguiente trajo también al Queen Victoria en busca de abrigo, nuestro protagonista de hoy compartió un histórico momento en el que tres barcos de turistas coincidieron juntos en las instalaciones cruceristas malacitanas sin estar programadas sus escalas.

Después de aquella aventura y tras efectuar algunas visitas más, el 22 de marzo de 2015 el Island Escape llegaba al puerto de Málaga si pasajeros. Amarrado en aquella ocasión en el muelle de levante, este buque de 185 metros mostró unos extraños balcones de frágil apariencia que añadían un mínimo espacio exterior a 20 cabinas situadas en su cubierta superior a popa. Un curioso añadido que marcó sus últimos años de vida en la mar; una biografía que se saldó con un total de 15 visitas a Málaga; unas escalas de un muy especial barco que siempre llamaba la atención.

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