José María Hernández | Hemodinámica Xanit y Clínico

“Si Casillas fuera mi paciente, le diría que es el momento de parar”

  • El responsable de Hemodinámica del Clínico y Xanit dice que la decisión debe ser de sus médicos

Iker Casillas, ingresado tras sufrir un infarto en un entrenamiento

Iker Casillas, ingresado tras sufrir un infarto en un entrenamiento / @IkerCasillas en Twitter

Primero fue la sorpresa: Iker Casillas –joven, sano y deportista– sufría un infarto agudo de miocardo. Después la pregunta: ¿Podrá el guardameta español, de 37 años, volver a jugar?

Los especialistas discrepan. Unos dicen que sí y otros que no. “Creo que Iker casillas acabará haciendo una vida absolutamente normal pero, desde mi punto de vista, no volverá a jugar en deporte profesional”, afirma Juan Antonio Corbalán, cardiólogo y ex jugador de baloncesto.

El vicepresidente de la Sociedad Europea de Cardiología, José Luis Zamorano, no es tan tajante: “Depende. Hay que conocer el tipo de infarto, cómo ha sido y qué parte del corazón ha afectado. En función de esos parámetros, tendrá unas consecuencias mayores o menores y su relevancia será mayor o menor”.

También se muestra cauto el responsable de Hemodinámica de los hospitales Clínico y Xanit, José María Hernández:“La decisión la tienen que tomar sus médicos. De entrada va a tener que parar unos meses”. Pero a continuación apunta que con su edad y con la trayectoria “brillantísima” que tiene, si fuera su paciente, le diría que “es el momento de parar”.

Aunque tampoco es rotundo: “No se puede ser contundente. Está en una fase muy aguda del infarto para tomar decisiones. Habría que ver las pruebas”. E insiste en que “es difícil saber” si podrá retomar el fútbol profesional. “Una persona a la que se le pone un stent por un infarto tiene que tomar un tratamiento con dos antiagregantes durante un año.

Es excepcional un infarto en una persona joven, pero los médicos aclaran que no es imposible

Tomar antiagregantes no es exactamente lo mismo que tomar anticoagulantes –que tienen un riesgo de hemorragias– pero tomar dos antiagregantes no sé hasta qué punto es compatible con jugar de portero en primera división porque se puede pegar un golpe y eso puede producirle un hematoma importante”. Los tratamientos antiagregantes –los que tiene que tomar Casillas aproximadamente durante un año para que su sangre esté más fluida– limitan menos que los anticoagulantes.

Hernández insiste en lanzar dos mensajes para no generar temores entre la población. El primero, que ante un infarto la clave es actuar con rapidez. “Lo importante es abrir la arteria [obstruida] cuanto antes”, remarcaba, para que el daño en el corazón sea el menor posible. Algo que ha ocurrido en el caso de Casillas. El segundo, que tras un infarto puede recuperarse la normalidad. “Hay que transmitir el mensaje de que una persona que tiene un infarto, que se pilla muy pronto y que tiene el resto del corazón sano, se puede incorporar a una vida normal casi siempre”. Pero matizaba que la vida normal de los deportistas de alta competición no es exactamente igual que la del resto de las personas. “Tienen que hacer esfuerzos físicos muy grandes y están expuestos a traumatismos”. Por eso remarcaba que cada caso debe tratarse de manera individual.

Comparaba que un portero de fútbol de élite no está tan “ultraexigido” como un corredor de maratón o un ciclista de alta montaña, pero sí hace más esfuerzo físico que el resto de la población. También quiso dejar clarísimo que el deporte es bueno, aunque en la alta competición debe estar muy monitorizado.Sobre cómo es posible que un deportista joven sufra un episodio de este tipo, Hernández –cuya especialidad consiste en realizar la intervención que le han hecho a Casillas– explica: “Se dan infartos en personas jóvenes. Es excepcional, pero no imposible”.

El tabaquismo, el colesterol alto, la diabetes, la hipertensión, los antecedentes familiares, la obesidad y el sedentarismo predisponen a patologías cardiovasculares. Con estos factores de riesgo se juntan papeletas para un infarto. Pero hay otros factores de riesgo que aún en la actualidad son desconocidos.

“Además, tampoco sabemos si al padre de Casillas le dio un infarto con 50 años”, apunta el Hernández y concluye de forma muy gráfica:“Sin factores de riesgo también te puede dar un infarto. Es más raro, pero te puede dar. Sin factores de riesgo, no es que no lleves papeletas, entras en el sorteo, aunque con pocos números...”

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