Joyas que lucen como estrellas
Chopard viste a Marbella de lujo
Las estrellas, por un momento, bajaron a la tierra y se convirtieron en diamantes. Relucían sobre los cuerpos de los modelos que la firma suiza Chopard eligió para vestir la noche marbellí, en una de las fiestas de renombre de la temporada veraniega en la ciudad, en la que los particulares ejemplos de jet-set y la farándula más chic se dieron cita en el club de playa del hotel Marbella Club, donde la decoración árabe fue un ejemplo del glamour bien entendido.
Convocados a las 22:00, no fue hasta pasados 45 minutos cuando la estrella de la noche, la modelo Eugenia Silva, hizo aparición. Toda una belleza, y un reclamo, llevaba dos joyas de la marca: unos pendientes tipo aro, realizados con 112 diamantes brown de talla Assher, y una pulsera fabricada con 550 diamantes. Silva fue la invitada de honor de la anfitriona Caroline Gruosi-Scheufele, co-presidenta y directora creativa de la casa suiza, que lucía unos maravillosos pendientes art-decó, de diamantes rosas y blancos.
Los que asistieron al Chopard Beach Party son habituales a este tipo de eventos: Gunilla Von Bismarck y su ex marido Luis Ortiz junto con su hijo Francisco; Begoña García Vaquero y su marido Pedro Trapote, Hubertus de Hohenlohe, Jean Louis Mathieu, entre otros, todos ellos en medio de chicos y chicas guapas que, mientras bebían botellas de champange, disfrutaban de las delicias de la cena bufet en una fiesta en la que lo más complicado fue encontrar acomodo para disfrutar de la comida.
Alrededor de la media noche, los fuegos artificiales hicieron su aparición en la playa de Casablanca. Mientras tanto, las seis modelos, que en lugar de llevar ropa vistieron sus cuerpos con técnicas de body-painting, fueron las encargadas de presentar la última colección de la joyería, Red Carpet 09. A su vez, la banda Gipsy Queens, compuesta por un contrabajo, una guitarra acústica, un tambor y un cantante, amenizaron la noche con buena música en directo, sin micrófonos ni elementos electrónicos de ningún tipo.
Cuando la belleza brilla por sí sola, no le hacen falta este tipo de artificios, como a las joyas en sí mismas.
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