Jugar en familia

La Plaza de la Marina fue ayer el escenario donde las familias disfrutaron de la actividad Juguemos en Familia, organizada por el Área de Derechos Sociales. Padres y madres compartieron, junto con sus hijos, un espacio común de diversión con talleres, concursos, cuentacuentos, guiñol, cantajuegos y juegos tradicionales. Esta iniciativa tiene como objetivo ofrecer a padres y a hijos diferentes alternativas de utilización del tiempo libre, evitando el mal uso de las nuevas tecnologías, a la vez que ofrecer espacios de uso alternativo del tiempo libre.

Las familias participaron en los talleres Los papás maquillan a sus hijos, Aprendemos a hacer figuritas de globoflexia, Mira qué chapa más Chula, Bailando con mis papás, Construyamos un juguete y el de animación La Pulga-Málaga Sana, en el que aprendieron hábitos de alimentación saludable. También se celebraron los concursos Yo te dirijo, mamá, Vamos a disfrazar a papá y ¿Quién sabe más cuentos?.

A lo largo de toda la mañana niños y padres pudieron disfrutar como espectadores del guiñol Los piratas también juegan en familia, el cuentacuentos Andrea no jugaba con papá y el cantajuegos Minnie y la Bella. Se cerró el programa con una actividad de aeróbic y juegos tradicionales.

Como fin de fiesta se soltaron globos en los que los niños y niñas habían escrito previamente los juegos favoritos que comparten con sus padres.

Durante el desarrollo de la actividad se repartió una guía para el buen uso de las nuevas tecnologías, elaborada por el Ayuntamiento y dirigida a padres, madres y educadores. En esta publicación se ofrecen consejos para evitar el mal uso y abuso de las nuevas tecnologías que puedan derivar en conductas de riesgo.

El Área de Derechos Sociales trabaja desde hace años esta situación dentro del campo de las dependencias, ya que las nuevas tecnologías han provocado cambios en los juegos y en las formas de relación durante la infancia y la juventud. La comunicación entre iguales está mediatizada por el móvil y la mensajería instantánea, se comparte menos tiempo con los otros y se pasa más tiempo delante del ordenador o de los videojuegos, disminuye también el tiempo compartido en familias, las actividades de ocio positivo se reducen, se dividen las posibilidades de desarrollo de habilidades sociales y afectivas en entornos naturales.