Después de que el viernes pasado el Consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, anunciase que se comenzará a vacunar a los mayores que estén en residencias con una tercera dosis contra el coronavirus y que haya sido necesaria una carrera contrarreloj para organizar la inoculación; este martes comienzan a administrarse en esos centros de mayores.

La Junta pensó en hacer la vacunación conjunta con la gripe, pero finalmente optó por no esperar veinte días. La razón de la prisa es que la tasa de contagios del virus más alta se registra entre los mayores. En la provincia de Málaga, el tramo de 90 a 94 años tenía el viernes –cuando se anunció la medida– una incidencia de 173,4 y el de 95 a 99, de 123,8. Pese a que este lunes las tasas de contagios habían disminuido significativamente, hasta los 87,2 y los 45,5 casos respectivamente, la Junta ha decidido seguir con el plan inicialmente pautado. Los ancianos ingresados en residencias fueron los primeros en ser vacunados y por lo tanto son por los que debe comenzar la administración de la tercera dosis.

El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, calificó ayer de “razonable” la administración de una tercera dosis de la vacuna contra el Covid a los mayores, que se empezará a administrar a partir de este martes en Andalucía. Marín afirmó que era algo que inicialmente se estaba valorando y una vez que se tienen las autorizaciones parece que es conveniente, ya que la inmunidad de las personas que ya fueron vacunadas con segundas dosis parece que a partir de los seis meses baja un poco.

Por ello, a juicio del vicepresidente de la Junta, “era razonable que a los primeros que se vacunaron sean también los primeros que se vacunen ahora y que se proteja a los mayores dentro de las residencias”. “Era algo que se podía suponer que iba a suceder, y a medida que vayan avanzando los meses veremos qué otros colectivos se suman a esta tercera dosis”, concluyó.

Grenetes de geriátricos reivindican que todos "los trabajadores se vacunen"

El operativo será el mismo que para las inoculaciones anteriores. Enfermeras de la Unidad de Residencias de la Junta de Andalucía y de los centros de salud se trasladarán a los geriátricos para vacunar a los mayores. Este dispositivo ya tiene los listados –y aunque deben actualizarse con decesos y nuevos ingresos– los profesionales tienen el rodaje de las dos tandas previas de inmunización. La previsión es que se tarde poco más de una semana en completar esta campaña de la tercera dosis en las residencias.

Además de enfermeros y médicos de la Unidad de Residencias, trabajarán en el dispositivo los de los centros de salud de la zona de cada geriátrico y los propios profesionales sanitarios de los asilos. En el caso de las residencias de gran tamaño, dado que tienen su propio personal, se requerirá menos sanitarios del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Pero siempre irá al menos un enfermero del SAS, que es el que lleva el control de las dosis suministradas.

Preocupa en la Junta de Andalucía la posible proliferación de nuevas cepas que sean resistentes a las vacunas: “Sabemos que podemos abrir el grifo, pero estamos en una vigilancia constante de otras cepas como la colombiana o la Mu, que parece ser más contagiosa y sortea los anticuerpos”, apuntó el pasado viernes el consejero.

El anuncio de la tercera dosis para los mayores ingresados en geriátricos fue aplaudido desde la Asociación de Directivas y Gerentes de Servicios Sociales. Su representante en Andalucía, Manuel Fuentes, apuntó:“Vemos perfecto todo lo que vaya a garantizar la salud de los internos. Nos parece fantástico; recibimos con agrado esta medida”.

Fuentes también aprovechó para reivindicar que “todos los trabajadores de las residencias estén vacunados sin excepción”. Recalcó que el porcentaje de no vacunados entre el personal de los geriátricos es mayor que entre la población general, algo que consideró “inasumible”. Explicó que el Consejo Interterritorial de Salud no ha establecido que la vacunación sea obligatoria entre estos profesionales, pero Fuentes demandó que se establezca esa obligatoriedad, como ya se ha hecho en Francia.