La Junta formaliza el contrato de la depuradora del Guadalhorce, en Málaga, que acabará con las multas de la UE

La Junta de Andalucía está un paso más cerca de acabar con el doble problema –económico y medioambiental– que supone no contar con infraestructura para depurar las aguas fecales de Alhaurín el Grande, Alhaurín de la Torre, Cártama y varias zonas de la capital. La administración regional acaba de formalizar el contrato para la construcción de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) Norte de Málaga a la unión temporal de empresas formada por Sando y Aquambiente, Servicios para el Sector del Agua, por un importe de 104,9 millones de euros (con IVA), por debajo de los 131,5 millones por los que fue licitada.

Desde finales del año 2000, Alhaurín El Grande y Málaga norte tendrían que tener en orden la depuración de sus aguas. Dos décadas después aún faltan tres años para que esto sea una realidad y se dejen de verter anualmente al río Guadalhorce y, como consecuencia al mar, 5,9 hectómetros cúbicos de aguas residuales sin depurar. El equivalente a 1.750 piscinas olímpicas.

El valor de la actuación va más allá de la cuestión económica, dado que su materialización permitirá cubrir el principal déficit que la Junta tiene en materia de saneamiento en la provincia de Málaga. Una circunstancia que le está obligando a hacer frente a las multas impuestas por la Unión Europea a Españamultas impuestas por la Unión Europea por incumplir las directivas en materia de saneamiento de aguas residuales.

El plazo de ejecución se marca en 42 meses, por lo que antes de 2025 la infraestructura no estaría en funcionamiento. A razón de algo más de 630.000 euros por semestre, las sanciones podrían elevarse por encima de los nueve millones de euros en caso de que no haya ningún retraso en los trabajos.

Los 42 meses en los que se alargarán los trabajos se dividen en seis meses para redactar el proyecto y los tres años restantes para los trabajos propiamente. De esta manera, la que será la tercera depuradora de Málaga se ubicará en los terrenos de la Vega de Mestranza, al norte del aeropuerto en el distrito de Campanillas.

Actualmente, la estación depuradora Guadalhorce está tratando las aguas residuales de Torremolinos, Alhaurín de la Torre y de varias pedanías de Málaga capital situadas al norte como Campanillas, Maqueda o Santa Rosalía. De acuerdo con los datos de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) de la capital, estas instalaciones se encuentran al límite de su capacidad y, por lo tanto, no podían tratar el agua procedente de otras localidades como Alhaurín el Grande o Cártama.