Hasta ahora los sanitarios cuando sospechaban que una paciente podía ser víctima de violencia de género, lo notificaban a un juez. A partir de ahora, además, alertarán a un equipo específico que se pondrá de inmediato en marcha para saber si sufre malos tratos. La iniciativa impulsada por la Junta de Andalucía ya ha arrancado en el Distrito Sanitario Málaga, pero en un futuro se crearán otros dos grupos más. "Los médicos y los enfermeros están en una situación de privilegio para la detección de la violencia de género", ha explicado el delegado de Salud, Carlos Bautista, quien ha añadido: "El objetivo es darle solución en 24 horas; que las posibles víctimas no se pierdan en el limbo administrativo o que se arrepientan".

Los equipos estarán formados por dos enfermeros, un psicólogo y un trabajador social con la finalidad no sólo de dar respuesta a la mujer, sino también a los hijos que tenga a cargo. La idea es que estos profesionales, además de hacer una intervención inmediata, si el maltrato se confirma, hagan un seguimiento de cada caso. 

El contacto de estos equipos con la presunta víctima será absolutamente confidencial. "Para la mujer, el ámbito sanitario debe ser un reducto de confianza y de seguridad", ha insistido el delegado.

Ya funciona en el Distrito Málaga y estará formado por dos enfermeros, un psicólogo y un trabajador social

La iniciativa se está desarrollando en toda Andalucía y cuenta con fondos europeos. El presupuesto de partida es de cuatro millones de euros, pero a medida que avance su implantación se incrementará hasta los 11. 

Los equipos facilitarán el acceso de la supuesta víctima a apoyo económico, social, jurídico y psicológico en menos de 24 horas. Aún no está definido en qué distritos se implantarán los otros dos equipos pendientes, pero el delegado avanzó que se hará allí donde se estime que serán más eficaces. 

El trabajo de los centros sanitarios es clave en la detección de la violencia de género ya que se estima que casi la mitad de las víctimas (47,2%) que la sufren acuden a Urgencias o a su médico de familia. El problema es que no siempre admiten que la lesión que sufren es consecuencia de malos tratos. De ahí la labor callada que desde más de una década vienen haciendo los profesionales con la notificación de oficio de sus sospechas a las instancias judiciales. Ahora, estos equipos vienen a reforzar esas intervenciones ya que se crea una estructura específica dentro del ámbito sanitario de detección -a partir de la alerta que recibirán de los centros de salud o las urgencias hospitalarias- y seguimiento de las posibles víctimas. 

“El modelo que se va a utilizar es el que usamos los médicos en atención primaria, fundamentado en la atención precoz, integral, la intervención inmediata, la coordinación interinstitucional y el acceso a todos los recursos”, ha detallado Bautista.

Además, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica distribuirán 20.000 guías para sensibilizar a sus profesionales y orientales en la detección de los casos de maltrato. Todas las iniciativas se enmarcan en las recomendaciones del Pacto de Estado contra la Violencia de Género de 2017 y cuentan con fondos Feder para su desarrollo.