Málaga

La Junta resuelve por la vía rápida el trámite ambiental del hotel del puerto

  • Medio Ambiente no detecta "efectos significativos"

  • Cree que el impacto visual de la torre está condicionado por "las actividades industriales, comerciales y de transporte" del recinto

Infografía del hotel proyectado en los suelos del dique de Levante.

Infografía del hotel proyectado en los suelos del dique de Levante.

Viento a favor para el hotel de 135 metros proyectado en el puerto de Málaga. La propuesta, avalada por la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento, acaba de superar un primer trámite clave para su futuro desarrollo. La Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía acaba de resolver por la vía rápida, cumpliendo escrupulosamente los plazos marcados de cuatro meses, el trámite ambiental sobre la modificación urbanística necesaria para que tenga encaje el morro del dique de Levante.

El camino finalmente trazado coincide plenamente con el que en los últimos meses habían reclamado el Ayuntamiento, el Puerto y la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). En la misma medida, esquiva las exigencias que colectivos como el Colegio de Arquitectos, la Academia de Bellas Artes de San Telmo o Ecologistas en Acción le habían hecho en la necesidad de profundizar en los análisis ambientales y de impacto visual. Frente a estas tesis, el informe de Medio Ambiente es concluyente: "No se aprecian efectos significativos sobre el medio ambiente, que deben entenderse como alteraciones permanentes o de larga duración de un valor o un recurso natural".

Cree que no alterará "permanentemente" la visión de la Bahía, "sino determinadas vistas"Urbanismo podría tener lista la modificación en unos siete u ocho meses

En este mismo documento, al que tuvo acceso este periódico, se precisa que muchas de las observaciones realizadas en el marco de la Evaluación Ambiental Estratégica se centraban "fundamentalmente" en aspectos como la incidencia en el paisaje o en el patrimonio histórico "o en muchos otros aspectos que no tenían relación directa con el objeto de la consulta". Pero, "ninguno identifica un valor natural concreto que se vea afectado significativamente", expone.

Los técnicos destacan que la edificación futura se levantará sobre un ámbito "eminentemente urbano" y donde el posible impacto visual queda "muy condicionado" por las actividades industriales, comerciales y de transporte del propio recinto portuario. "Se señala en algunas aportaciones que las vistas a la Bahía de Málaga se verán afectadas, pero dada esta ubicación claramente marcada por las actividades e infraestructuras artificiales, no puede considerarse que tal efecto suponga una alteración de un valor natural concreto; no se trata de que la Bahía de Málaga, como valor natural, se vea alterada permanentemente por la modificación del plan especial, sino que determinadas vistas o perspectivas de la misma sí se verán afectadas por la existencia del hotel propuesto y estas vistas son fácilmente modificables en función de la ubicación del observador", apostilla. Y recuerda que el paisaje del territorio definido por la ciudad, con su puerto y la bahía "no está legalmente protegido".

Medio Ambiente sí admite el "importante dilema" que supone esta modificación en el ámbito del urbanismo y de la arquitectura, así como del modelo de ciudad, si bien aclara que ello compete al Ayuntamiento. Los técnicos llegan a citar parte del informe remitido por el Departamento de Planeamiento de Urbanismo en lo concerniente a que el ajuste propuesto "cambia de forma relevante el paisaje portuario y marítimo de la ciudad". A pesar de superar este primer trámite, la Junta precisa que la propuesta tiene que someterse ahora a la vía urbanística municipal. De acuerdo con los plazos manejados en el seno de la Gerencia de Urbanismo, la modificación definitiva podría requerir de siete u ocho meses. Tras el visto bueno de Medio Ambiente, el Ayuntamiento aprobará inicialmente e ajuste del Plan Especial del Puerto y abrirá el trámite a los informes sectoriales y alegaciones ciudadanas. Una vez aprobado de manera definitiva, lo que corresponderá al Pleno, será el Consejo de Ministros el que tendrá la última palabra, ya que autorizará o no el uso hotelero propuesto para el puerto.

Precisamente, un elemento en el que incide la Junta a la hora de desestimar las alegaciones de falta de información pública y de "ligereza en la prevención ambiental" es que una vez se inicie el trámite del proyecto del edificio hotelero, el mismo tendrá que ser sometido a una Autorización Ambiental Unificada (AAU) y ello a pesar de "haber una casi total identidad entre la modificación del Plan Especial en trámite con el futuro proyecto de construcción del hotel". Una evaluación que permitirá "evaluar aspectos más concretos de la actuación, una vez redactado el correspondiente proyecto del hotel y conocidos sus detalles". De acuerdo con la GICA, la solicitud del promotor tendrá que ir acompañada de un proyecto técnico, un informe de compatibilidad con el planeamiento, y un estudio de impacto ambiental, entre otros elementos. A estos documentos habrá de añadir una valoración de impacto en salud. Su tramitación incluirá un periodo de participación. Y todo "en el plazo máximo de ocho meses".

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