La Junta retrasa ahora a mediados de 2018 el final de la obra del Metro de Málaga
El conflicto con la constructora del tramo de El Corte Inglés obliga a posponer seis meses la terminación de los trabajos al centro y al Civil
Málaga/Cuando parecía agotada la capacidad de asombro en torno al Metro de Málaga y al continuo incumplimiento de sus calendarios y presupuestos, la mayor obra en la historia de ciudad vuelve a sorprender a todos. El bloqueo que sufre desde hace varios meses la construcción del tajo Renfe-Guadalmedina, adjudicado en origen a Grupo Ortiz, y la incapacidad de la Junta de Andalucía de hallar una solución a este escollo obliga de nuevo a posponer la llegada del ferrocarril urbano hasta la Alameda Principal, bajo tierra, y el entorno de los hospitales Civil y Materno Infantil, en superficie.
El enésimo aplazamiento en la terminación de la infraestructura sitúa el nuevo calendario de finalización del trazado pendiente del suburbano a mediados de 2018, lo que supone añadir unos seis meses al último cronograma oficial marcado por los responsables regionales, que fijaban a finales de 2017 el acercamiento de los trenes hasta estos dos puntos de la ciudad.
El anuncio fue comunicado ayer por el consejero de Fomento, Felipe López, tras la reunión de la comisión mixta de seguimiento del proyecto, celebrada por vez primera desde hace 23 meses. En su intervención, en la que estuvo acompañado, entre otros, por el alcalde, Francisco de la Torre, confirmó la intención de la Administración autonómica de volver a licitar y adjudicar la ejecución del tajo de El Corte Inglés ante el desacuerdo existente con la contratista actual en relación a los costes de ejecución del mismo.
Una disconformidad que se traduce en la negativa de la firma a aceptar las condiciones económicas definidas por el Gobierno andaluz en un reciente proyecto modificado para el desarrollo de las actuaciones y que cifra en 11,4 millones de euros (27,05% de aumento sobre los 42 millones en los que fue contratado el proyecto) los sobrecostes a autorizar en esta parte de la infraestructura, lejos de las reclamaciones del socio privado. El mismo, un año atrás, demandó 32 millones. Desde la Agencia de Obra Pública de Andalucía precisaron ayer que al estar por encima del 20% la variación al alza del contrato, la firma privada no está en la obligación de desarrollarla. Y es justamente a esta prerrogativa a la que se quiere agarrar la Junta para poner el punto y final a un conflicto que se larga desde hace año y medio.
En este escenario Fomento da por hecho que logrará un acuerdo para la "rescisión amistosa" del contrato con Ortiz para que la misma se desvincule de esta parte del trazado y abra la puerta a la búsqueda de una nueva empresa. El consejero, no obstante, no aclaró en ningún caso cuándo se prevé este encuentro, pero sí que el objetivo es abrir el proceso de recontratación de la obra pendiente en los primeros meses de 2016. A partir de ahí, los cálculos apuntan a un periodo de trabajos de unos 24 meses y un valor de unos 20 millones de euros.
"Ese tramo está de facto en una situación de bloqueo, con un horizonte de finalización incierto", expuso el consejo tras el cónclave, en el que se escenificó un clima de entendimiento entre la Junta y el Ayuntamiento y en el que López contó con la complicidad de De la Torre en lo que al retraso en la puesta en carga de los nuevos tramos se trata. "El Ayuntamiento siempre ha sido comprensivo con los retrasos que ha habido", dijo el regidor del PP, que mostró su conformidad con la opción ahora manejada por la Junta de resolver el conflicto con la adjudicataria.
En este contexto, los responsables autonómicos entienden que la opción de resolver de manera "amistosa" el contrato es la solución "más rápida y productiva". "Cuanto menos tiempo estemos deshojando la margarita que no conduce a nada mejor para el interés del conjunto de la sociedad", enfatizó el titular de Fomento, que subrayó que la cuestión tiene el aval del Banco Europeo de Inversiones (BEI), principal garante de la financiación millonaria del proyecto. En este punto, cabe recordar que en los últimos dos años eran constantes las alusiones de la Junta a la necesidad de que el Metro alcanzase la Alameda y el Civil antes de culminar 2017 ante las exigencias marcadas por el organismo financiero.
López quiso rebajar trascendencia a este enésimo incumplimiento en los calendarios del proyecto, dando a entender que la demora en los trabajos en el tajo próximo a El Corte Inglés va a permitir que el mismo acabe coincidiendo en el tiempo con las obras del tranvía al Civil, cuya terminación en los últimos meses de 2017 ayer dio por imposible el propio consejero.
De acuerdo con los datos aportados ayer por la Agencia de Obra Pública de Andalucía, la suspensión temporal de las obras en el tramo Renfe-Guadalmedina no implican una prolongación en la afección al viario público ni al tráfico, una vez quedó restituida la urbanización en la zona de la Avenida de la Aurora y la plaza del Albert Camus el pasado julio. Para la finalización de esta actuación resta la excavación y ejecución de la losa intermedia, la contrabóveda del túnel y la estación, así como la construcción del tramo de túnel entre la estación Guadalmedina y el Puente de Tetuán, donde se inicia el tramo Guadalmedina-Atarazanas en fase de obras.
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