El Tercio Alejandro Farnesio 4º de la Legión, con sede en el acuartelamiento de Montejaque (Ronda), celebró ayer con una multitudinaria parada militar el XCIV aniversario de la fundación de este cuerpo militar.

En el patio de armas formaron una escuadra de gastadores, banda de guerra, mando de línea y la Xª Bandera Millán Astray, que está compuesta por una escuadra de gastadores, mando y cinco compañías. Además, también formó el grupo de reconocimiento, compuesto por una escuadra de batidores, mando y tres escuadrones de caballería. Todos ellos en formación de a pie, ya que en esta ocasión no se contó con la presencia de vehículos blindados Centauro de cuatro ejes, que suelen despertar un gran interés entre el público asistente. Un público que ayer acudió de forma masiva al acuartelamiento, quedándose pequeñas las gradas del patio de armas, en el que se tuvieron que habilitar gradas supletorias alrededor de su perímetro y tiendas de camuflaje para dar cabida a todos los presentes.

Durante el acto, que estuvo presidido por el teniente general, Juan Bautista García Sánchez, contó con la despedida de la enseña nacional de dos mandos del tercio rondeño tras completar sus años de servicio. Además, también se entregaron condecoraciones a mandos y caballeros legionarios. De igual modo, los representantes de diferentes cofradías vinculadas a la Legión, buena parte de ellas malagueñas, entregaron becas para los hijos de un grupo de legionarios.

Posteriormente, finalizado estos actos, se procedió a realizar el tradicional homenaje a los caídos, momento que suele seguirse con especial expectación por los presentes, una vez que los guiones del Tercio se inclinan lentamente ante el monumento a los muertos de esta unidad de élite del Ejército Español.

Otro de los momentos más esperados es el canto por los legionarios del Novio de la muerte por los casi mil legionarios que participaron en la parada, a los que suelen sumarse buena parte de los asistentes como público.

Finalmente, los legionarios abandonaron el patio de armas para formar en su exterior y realizar el desfile con el que se daba por finalizada la parada. Un desfile que se realizó entre los aplausos del público, que se prolongaron hasta que pasó en último de los militares.

Una vez finalizados los actos castrenses, legionarios, amigos y familiares pudieron disfrutar de un momento de ocio en las diferentes casetas que se instalan en el acuartelamiento para dicha celebración.