Liberan en Málaga a un empresario secuestrado el domingo en Almería

Confuso y rocambolesco suceso a caballo entre Málaga y Almería. Los secuestradores de Víctor, un empresario jubilado de Macael que permanecía en su poder desde el domingo, decidieron a primera tarde de ayer ponerlo en libertad en el lugar donde lo tenían retenido, supuestamente localizado en un lugar de la provincia de Málaga, a 200 kilómetros de distancia del lugar donde fue visto por última vez, el polígono Rubira Sola de la localidad almeriense.

Desde el entorno de la supuesta víctima aseguraron ayer que las condiciones en las que vivió su cautiverio fueron dantescas: durmió en el suelo, casi no le dieron de comer y el trato fue denigrante en todo momento. Dado que a su vuelta a casa estaba "prácticamente desnudo y muy cansado" sus allegados decidieron que se aseara y descansara brevemente en su domicilio antes de prestar declaración en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad macaelense.

La liberación fue de auténtica película. Los secuestradores, ante la presión por verse localizados dejaron en libertad al empresario del lugar en el que lo tenían secuestrado, una cortijada situada en la provincia de Málaga al que había sido conducido en el maletero del coche donde fue secuestrado y en el que se dio multitud de golpes en su cabeza por la altísima velocidad a la que fue conducido.

Dado que no le habían robado ninguna de sus pertenencias, cuando le soltaron, Víctor consiguió llegar a la estación de autobuses donde compró un billete que le traslado a la Intermodal de la capital almeriense. Allí, se dirigió en un taxi que le condujo hasta el cruce de la A-92 con la carretera que lleva a Tabernas con la esperanza de que algún conocido lo reconociera y lo acercara a su domicilio. Alguien que pasó por el lugar avisó a su familia que se acercó hasta el lugar para trasladarle a su domicilio.

Poco después de las siete de la tarde de ayer, Víctor, acompañado de sus familiares llegaba al cuartel de la Guardia Civil de la localidad de Macael. Llevaba barba y lucía un aspecto muy cansado, desorientado y con ganas de descansar y olvidar los terribles momentos que había vivido.

Lo que, por el momento, continúa siendo un misterio, es la identidad de sus captores, así como la localización del lugar exacto donde permaneció en cautiverio. Al menos hasta que la Guardia Civil revele los datos de las declaraciones del empresario que, previsiblemente, se producirán a lo largo de los próximos días una vez que se haya recuperado de las secuelas que le ha causado las dantescas condiciones en las que se ha visto envuelto. Una buena muestra fue que durante los cinco días en los que permaneció en manos de sus captores, apenas fue alimentado: "Nos ha contado que de vez en cuando llegaba un muchacho que decía que trabajaba en un restaurante chino y que le dejaba algo de lo que cocinaba, aunque no era todos los días".

Ante la falta de resultados en las supuestas negociaciones entre la familia y los secuestradores, los familiares contrataron a un detective privado quien desde un primer momento ofreció esperanzas de una pronta liberación. Su actuación se ha visto coronada con el éxito, ante la "nula profesionalidad de los delincuentes".