Libros para curar el alma y el cuerpo


La novela es el género literario más solicitado para la lectura por los pacientes que se encuentran ingresados en las diferentes áreas de hospitalización, según la experiencia que relata el grupo de voluntarios con los que cuenta la Biblioteca del Paciente del Hospital Clínico, los cuales se encargan de llevar cada día los libros a pie de cama con el objetivo de contribuir a una estancia más agradable a pacientes, familiares y acompañantes.
El centro hospitalario cuenta con este servicio desde más de tres décadas -comenzó a funcionar en el Hospital Civil y se trasladó tras la apertura del Clínico-, y lleva a cabo alrededor de 1.400 préstamos anuales de libros para su lectura. El grupo de voluntarios se ocupa de acercar cada día a los pacientes ingresados una gran oferta de libros, cuyo número se ha triplicado a lo largo de los últimos años gracias a las donaciones de los propios pacientes, profesionales del hospital y de otros colectivos ciudadanos.
También, y para contribuir a hacer más amena la estancia de los enfermos en las áreas de hospitalización, los voluntarios recorren las instalaciones con unos carritos especiales que portan una selección de libros de lectura de todos los géneros literarios, aunque los que acaparan más la atención de los usuarios suele ser la novela.
En concreto, serían las novelas de aventuras o históricas, pero también los clásicos de la poesía, como Federico García Lorca y Antonio Machado, entre otros.
Además de los volúmenes que los pacientes pueden ver directamente a través de este expositor móvil, se les ofrece una gran variedad de catálogos, los cuales albergan todos los libros por categorías y autores que se conservan en el almacén del Servicio de Biblioteca del hospital, para que puedan informarse de todos los que se encuentran disponibles para su lectura y que, previa petición, pueden conseguir a pie de cama.
La Biblioteca del Paciente dispone de más de 7.000 volúmenes en 14 idiomas, siendo los más comunes los de lengua castellana e inglesa, además del resto de idiomas europeos y los menos frecuentes son los ejemplares de lenguas asiáticas y árabe, por la dificultad para adquirirlos, aunque cada vez se dispone de más variedad.
En total cinco voluntarios se organizan para cubrir los días de la semana, a partir de media mañana y hasta el mediodía para no interferir en los horarios de los pacientes. Además, otra voluntaria se encarga de organizar el almacén y de poner al día la base de datos para gestionar los catálogos y organizar los préstamos, en coordinación con la responsable de la Biblioteca del hospital, Teresa García Ballesteros. Los voluntarios coinciden en destacar los beneficios de la lectura durante la estancia de los usuarios y de cómo en muchas ocasiones les ayuda a olvidar que se encuentran hospitalizados.
La voluntaria Isabel Marín explicó que "esta labor me llena de energía, vida y humanidad; conocí esta actividad mientras acompañaba a mi madre enferma y desde entonces colaboro con ellos desde hace muchos años". Además, resaltó Marín, "con nuestra entrada en las habitaciones, también entra para los enfermos una forma de entretenimiento y diversión a través de la cultura que expresa un libro".
Ballesteros destacó que la visita por las plantas cada día con el expositor móvil de la biblioteca, en colaboración con todo el personal de cada unidad, es muy bien acogida tanto por los profesionales de las unidades como por los enfermos y por sus familiares, que aprovechan la ocasión para conversar y compartir experiencias sobre la lectura.
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