El grupo cervecero español Mahou San Miguel es líder de producción en España con una cuota del 34% y su segunda mayor fábrica está en Málaga desde hace más de 50 años. La modernización de esta planta es continua y el año pasado la empresa aumentó su inversión un 5,4% hasta los 3,9 millones de euros en el desarrollo de 34 proyectos entre los que el director de la factoría, José Manuel Huesa, destacó especialmente dos. El primero de ellos fue la unificación de los laboratorios, lo que les ha permitido ser más productivos evitando duplicidades. "Ha sido un proyecto complejo porque ha habido que trabajar en continuo sin alterar la producción", comentó Huesa. El segundo mayor hito ha sido la renovación de dos pasteurizadores en la línea de botellas de un litro y en la línea de latas. El director de la fábrica no quiso adelantar ayer, en un encuentro con periodistas, qué inversión hará el grupo a lo largo de 2018 en Málaga, aunque sí precisó que "dentro del marco de sostenibilidad, es muy importante una inversión en tres tanques blancos que van a permitir recuperar el vaho de agua que va a la atmósfera para reducir los consumos de agua y energía".

La fábrica de Málaga tiene una capacidad de producción anual de 2,5 millones de hectolitros, aunque su producción real es de 1,7 millones anuales. Tiene, por tanto, margen para crecer y en eso confía el director de la fábrica, aunque no pone fechas para elevar su producción. Depende de los planes de la compañía y, sobre todo, de la demanda. En estos momentos la fábrica malagueña tiene 150 empleados directos que trabajan en hasta cuatro turnos en las seis líneas de producción. En Málaga se fabrican todas las marcas principales del grupo -Mahou, San Miguel, Alhambra y Reina- en sus diversos formatos y se comercializa tanto en el territorio español como en otros 70 países. Málaga es la segunda fábrica más importante del grupo, que también posee centros en Alovera (Guadalajara), Burgos, Granada, Córdoba, Lérida y Tenerife y una en India.

La crisis catalana provocó que el grupo anunciara en octubre del año pasado que trasladaba la sede de San Miguel desde Lérida hasta Málaga. Nueve meses después, Huesa destacó que "eso ha significado mucho porque supone un apoyo más de la compañía al centro de producción de Málaga". "Es muy satisfactorio tener la sede social y fiscal de San Miguel en Málaga y se eligió esta provincia como reconocimiento al peso de la fábrica, al desarrollo de Málaga y la apuesta de esta compañía por Málaga desde hace 52 años", añadió. En este sentido, el director subrayó que el año pasado el grupo adquirió bienes y servicios de 140 empresas malagueñas por un importe de 16 millones de euros. También subrayó que en la última década han invertido 28,6 millones en su actualización.

Huesa reconoció la fortaleza de la competencia y señaló que la fórmula para sobrevivir es "ser innovadores y estar lanzando constantemente nuevos productos". El director resaltó que "la gran palanca de Málaga es la innovación" y recordó que este centro, por ejemplo, lanzó el formato San Miguel Manila.