De Málaga a Marruecos en Mobylette
Trece motoristas, algunos con verdaderas reliquias, recorrerán los 2.500 kilómetros que separan Benalmádena de Sidi Ifni
Trece viejos ciclomotores Mobylette de 49 centímetros cúbicos, algunos con 30 años cumplidos, recorrerán 2.500 kilómetros de Benalmádena a Sidi Ifni (Marruecos) y vuelta en una nueva aventura de unos intrépidos que el pasado año ya cumplieron su reto de hacer 1.800 kilómetros hasta el Sahara. Volverán así a Marruecos, pero ahora estas pequeñas motos recorrerán 700 más y llegarán hasta Sidi Ifni, una ciudad atlántica situada a 800 kilómetros al suroeste de Rabat y que fue cabeza de un enclave que perteneció a España entre losaños 1912 a 1969.
Recorrerán una media de 250 kilómetros diarios del 2 al 12 de marzo, siempre y cuando no tengan grandes contratiempos, según explicó a Efe Antonio Marín, que da como casi seguras las averías que sufrirán los vehículos en tan largo camino. Esta es la tercera ruta a Marruecos en mobylette de un grupo que el pasado año tuvo que soportar incluso una nevada, lluvia, frío y viento y llegaron a la primera meta, una zona de dunas del Sahara, con dos de las motos remolcadas con cuerdas.
Su primer destino será Algeciras, donde embarcarán con destino a Tánger, y después se desplazarán hasta Larache; al día siguiente seguirán hasta Casablanca pasando por Kenitra, Sale, Rabat y Mohammedia; y el tercero irán a Safi dejando atrás El Jadida y Sidi Bennour. La cuarta etapa será de Safi a Essaouira, y desde allí a Agadir y la quinta hasta Sidi Ifni pasando por Tiznit.
Después tienen previsto un día de descanso, aunque dependerá de si tienen o no problemas mecánicos o meteorológicos en el recorrido de ida. Suelen padecer las típicas averías de estos vehículos antiguos en la bujía: "o se suelta el tubo de escape con facilidad debido a las vibraciones que parten la abrazadera que lo sujeta al motor, además de problemas eléctricos con el condensador sin contar la bombillas, la correa del plato polea o el pinchazo", explica Marín.
Muchas dosis de paciencia requieren estos valientes e ir preparados para cualquier eventualidad que se pueda presentar en una aventura llena de peripecias que supone unos gastos aproximados por persona que se aproximan a los 600 euros. Aseguran que cuidan sus ciclomotores como verdaderas reliquias y el cariño que les dispensan es correspondido por las máquinas al resistir el tremendo esfuerzo supuesto por tan peculiar viaje.
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