Unos días después de declararla Bien de Interés Cultural (BIC), Málaga ha pedido a la Autoridad Portuaria de Málaga que acondicione y conserve la Farola. No está el monumento en su mejor estado de forma, opinan en el Consistorio, que han pedido que el Puerto se ponga al tajo y lo adecúe al nivel del grado de protección que le acaban de brindar. 

Esta es la casi la única propuesta de la oposición que se ha escapado en la red de arrastre del equipo de Gobierno en el primer Pleno ordinario que estrena la mayoría absoluta. Como un muro infranqueable –el resto de puntos descartados en esta moción son prueba de ello– las mociones presentadas por los tres grupos que no tocan poder han sido desechadas sin pestañear. 

Entre ellas, mandaron a descansar el sueño de los justos la propuesta de Con Málaga de hacer una consulta ciudadana acerca de la torre del puerto: "Llevaron las elecciones como un plebiscito y aquí estamos, la representación de cada grupo es evidente", ha resumido Carmen Casero, la nueva concejal de Urbanismo en el Pleno. 

"La mayoría absoluta no es un cheque en blanco, si tan seguros están, si lo tienen tan claro, consúltenlo", ha esgrimido Toni Morillas, portavoz del grupo proponente. Ni por esas ha salido aprobado el punto, el alegato ha caído en los oídos sordos de la mayoría absoluta. 

Vista de La Farola de Málaga.

Igual que el resto de los cuatro puntos restantes, "les adelanto que vamos a votar que no a todo menos al número 5 [pedir al Puerto su mantenimiento]", incluida avalar la protección como BIC del monumento, "aquí por unanimidad se votó proteger y poner en valor la Farola y no quiere que nadie piense que fue por iniciativa de ningún grupo político", ha dicho Casero. 

También ha aprovechado para atacar a la oposición, "intentaron tumbar un proyecto [la torre del puerto] de manera torticera con una cuestión etérea, el impacto visual, que no sirvieron para Sevilla o Barcelona, pero aquí querían llevar la protección de La Farola hasta la frontera con Marruecos, han sido capaces de hacer un proyecto de escucha activa con todo el mundo menos con Iceta, al que tuvieron que encerrar en una comida para convencerlo y hacerle pasar un mal rato y al presidente de Puertos del Estado, que se les escapó". 

"Tienen la oportunidad en el Consejo de Ministros de ese Gobierno que quieren formar con los independentistas de decir que no al proyecto", ha añadido Casero. Morillas, a esto, ha respondido que no le cabe duda de que "el Consejo de Ministros se opondrá a la construcción".