EPA del tercer trimestre

Málaga alcanza un nivel de empleo récord pero el paro sube

Un camarero atiende a unos clientes

Un camarero atiende a unos clientes / Javier Albiñana

Luces y sombras en el mercado laboral de la provincia malagueña durante el verano. La ocupación -es decir, el número de personas que tienen un empleo- se elevó entre julio y septiembre en 8.700 personas (en su mayor parte mujeres, 5.400), hasta alcanzar la cifra récord de 656.700, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Nunca en toda la serie estadística, que comienza en 2002, se había conseguido esa cifra. 

El repunte de 8.700 personas más trabajando es, en cualquier caso, la mitad del de 2020 (cuando hubo un efecto rebote por el confinamiento) y bastante mejor que la evolución de 2019, cuando apenas se crearon 700 puestos de trabajo. 2017 y 2018 sí están más en la línea de este verano de 2021.

El sector servicios es el que acapara el alza del mercado en verano, con 25.300 empleos más. Todos los demás sectores destruyen empleo en mayor o menor medida. Los servicios acaparan nada menos que el 83,5% del empleo en Málaga.

El hito de llegar al máximo histórico de empleo no es suficiente para bajar el paro, que, pese a la relativamente buena campaña de verano (para lo que se esperaba) se incrementa, frente a la tendencia de descenso nacional. Así, la provincia cuenta a fecha de septiembre con 13.400 parados más respecto a julio (la mayoría mujeres, 9.500) y suma 166.000 desempleados en total. 

La razón de esta aparente contradicción entre ocupación y paro estriba en el fuerte aumento de la población activa en verano, de 22.100 personas, hasta 822.800 en total. La expectativa de encontrar un trabajo durante la campaña de verano ha hecho que mucha gente nueva haya entrado como demandante en el mercado. Desde el punto de vista estadístico, de esas 22.100 nuevas incorporaciones a la población activa, 8.700 encontraron trabajo y, por tanto, contribuyeron al récord de ocupación y 13.400 se quedaron en el paro.

Este fenómeno no es solo fruto de la pandemia: ya se dio, en mucha menor medida, en 2019 y en 2020 se produjo con bastante virulencia, ya que fueron casi 30.000 las personas que pasaron al desempleo en Málaga (con 17.800 empleos creados).

El aumento del número de parados hace que la tasa de desempleo, la relación entre el número de parados y la población activa, se eleve de nuevo por encima del 20% (20,18%) tras estar en el segundo trimestre por debajo (19,08%) y que el diferencial con España, que se había reducido a menos de cuatro puntos porcentuales se acerque a cinco. La tasa sigue siendo algo mejor que la andaluza, que se sitúa en el 22,41%, y la malagueña es la provincia con un porcentaje menor en la región.

En el cómputo anual, es decir, respecto al tercer trimestre de 2020, Málaga crea 36.900 empleos, una cifra que no es récord. En 2018, sin ir más lejos, el impulso fue mayor, con 43.700 personas más trabajando. En cuanto al paro, baja en 14.800 en el último año, dato mejor que el de 2020 (afectado por la pandemia) e incluso que el de 2019, cuando no había pandemia y sin embargo la tendencia era ligeramente al alza. Hay que remontarse a 2018 para encontrar un dato mejor, cuando en un año el desempleo se redujo en 18.200.

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