Se temía que llegara este momento. Málaga capital tendrá que cerrar bares y comercios al superar la tasa de los 1.000 contagios de coronavirus por cada 100.000 habitantes, el límite establecido por la Junta de Andalucía para ordenar el cierre de toda actividad no esencial.

Aunque la semana pasada la ciudad se salvó por la mínima de esta medida, después de un fin de semana en los que se han detectado 1.640 contagios más solo en la capital, la tasa de incidencia se sitúa este lunes en 1.008, según los datos actualizados por el Instituto de Estadística y Cartografía. Llegados a este punto, los establecimientos comerciales y de hostelería tendrán que bajar sus persianas a partir del miércoles y, al menos, durante las próximas dos semanas.

La situación en la capital parecía más favorable después del leve descenso en el número de casos durante la semana pasada. Aún así, el fantasma del cierre completo siempre ha estado ahí, con la incidencia rondando los 900, con constantes oscilaciones.

El jueves se logró bajar la tasa a los 891 casos por 100.000 habitantes. El viernes se incrementó a los 918 y el sábado volvió a caer a los 894. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, lleva días pidiendo colaboración a los malagueños para evitar este cierre. Ayer mismo, en Twitter, el regidor agradecía el "esfuerzo" y reclamaba "incrementar más ese sacrificio: os pido vuestra colaboración".

El comité territorial de Salud se reúne de nuevo este lunes para actualizar los municipios que se ven afectados por nuevas restricciones. De momento, únicamente cuatro localidades malagueñas suavizarán sus medidas al mejorar los datos de contagios.