Fue en julio de 1985 cuando el primero de los tres Rainbow Warrior se hundió en el puerto de Auckland, en Nueva Zelanda. Greenpeace participaba entonces en una campaña para detener las pruebas nucleares de Francia en el Pacífico. Ahora, el legendario Guerrero del Arcoiris se encuentra atracado en el Muelle 2 de Málaga para sensibilizar y concienciar a la ciudadanía sobre su última campaña En marcha por el clima. “Se trata de una campaña por la energía ciudadana, gente que produce energía de forma coordinada para convertirse en prosumidores”, comenta Luis Berraquero, coordinador de movilización de Greenpeace Andalucía. Para ello, van a tener lugar una serie de talleres sobre energía ciudadana en los que participarán numerosos colectivos comprometidos con el tema, representantes de la comunidad científica o personas y organizaciones que forman parte de la llamada ciudadanía energética.

Greenpeace utiliza sus barcos para llevar a cabo estas campañas de concienciación ciudadana. “El Rainbow Warrior es el primer barco que se construyó en 2011 específicamente para Greenpeace y su labor, se financió con microcréditos de los socios que forman parte de la ONG”, dice Berraquero. Sobre el papel de las instituciones públicas, la ONG tiene clara su postura: “Los gobiernos deben facilitar cuanto más este tipo de iniciativas, con el objetivo de darle poder a la ciudadanía en la producción energética”. El Rainbow Warrior anterior estuvo operativo desde 1989 hasta 2011, cuando se donó a una ONG con la que cumple funciones de hospital marítimo en Bangladesh.

El tercer Guerrero es un velero motorizado con cubierta de aterrizaje de helicópteros. Cuenta con dos mástiles en A de unos 50 metros de alto y con cinco velas que suman 1.290 metros cuadrados de superficie. El barco navega principalmente a vela para reducir el consumo de combustible, con la opción de cambiar a motor con propulsión diésel-eléctrica si es necesario.

La tripulación del Rainbow Warrior está formada por 15 miembros, aunque el buque dispone de 32 plazas. Trabaja en turnos de tres meses y el inglés es el idioma oficial a bordo, pues hay hasta 12 nacionalidades en la tripulación. Entre el personal se encuentra la primera oficial española María Martínez. El buque llega desde Barcelona y después de su estancia en Málaga atracará en Vigo. Son tres de las 14 ciudades internacionales por las que pasará el Guerrero del Arcoiris. Los visitantes ven la llegada del buque como “una buena idea para captar la atención y conocer la historia del barco y concienciar sobre el cambio climático”.