"Málaga buscó un efecto Guggenheim y la fama llegó con pequeños proyectos"

Una treintena de guías turísticos acaban de constituir la primera asociación profesional de la capital malagueña y la presentarán esta mañana en un acto oficial en El Pimpi. Víctor Garrido, guía y director de la empresa We love Málaga, es su presidente.

-¿Qué es AGP Málaga Cultural?

-Es una asociación de guías profesionales de turismo. Nacimos hace menos de un mes con 24 miembros fundadores y ahora somos una treintena y hay perspectiva de crecer bastante. Somos la primera y única en la capital. La media de edad suele estar en los 45 años, yo soy de los más jóvenes pero me votaron como presidente y tengo mucha ilusión.

-¿Cuántos guías turísticos hay en la capital?

-Realmente no hay muchos porque Málaga nunca ha sido un destino turístico. Siempre se nos ha llenado la boca diciendo que éramos la capital de la Costa del Sol pero hasta hace poco solo éramos el aeropuerto de entrada a la Costa del Sol. Muchos turistas aterrizaban en Málaga y se iban a otros destinos, por lo que muchos guías tienen su residencia fuera de la capital.

-¿Por qué se ha creado la asociación?

-Nos reuníamos desde mayo del año pasado porque teníamos varias inquietudes. El turista ha cambiado y exige que haya una asociación cultural de guías profesionales ágil para dar respuesta a sus necesidades. Nuestros guías no solo van a hacer visitas a pie, sino que se van a montar en segway, harán rutas gastronómicas y se tirarán en paracaídas si hace falta [se ríe]. Hemos nacido con la idea de ser una asociación cultural y tener la sinergia con el turismo.

-Uno de los problemas que más denuncian los guías es el intrusismo. ¿Sigue al alza?

-Muchísimo. Es un gran problema. Ha salido un nuevo decreto de la Junta de Andalucía en el que quedan las cosas más claras. Desde 2002 no se podía conseguir un carné oficial de guía turístico en Andalucía y ahora se ha conseguido.

-¿Qué se exige para ser guía?

-Una diplomatura universitaria relacionada con el turismo o la historia y dos idiomas hablados y escritos, aparte del castellano, con el certificado B2. A partir de ahí hay que ir a la Junta de Andalucía a solicitarlo. Suelen tardar unos meses en dar el carné y se puede trabajar como asalariado en una empresa o como autónomo.

-¿Quiénes son los intrusos?

-Suelen ser extranjeros jóvenes que han venido de Erasmus a Málaga y se han quedado por la calidad de vida y el clima. Suelen mirar la información en Wikipedia y se ponen a hacer visitas. Yo les he escuchado a veces y he oído barbaridades, como que la iglesia de Santiago es de estilo románico, cuando no hay nada románico en la capital, o que el monumento del general Torrijos es en homenaje a Picasso. En Málaga hacía falta respuesta a eso. Ahora se está abriendo un escenario muy interesante en la capital desde el punto de vista cultural y artístico con el Pompidou o el centro ruso, junto a lo que ya hay. Málaga es ahora mismo un caramelo para las agencias de viaje.

-El número de turistas se ha disparado en la capital.

-Málaga siempre ha estado buscando un efecto Guggenheim, algo impactante, y al final la fama le ha llegado haciendo pequeños proyectos. Ha sido una evolución curiosa.

-¿Cree acertada la apuesta por hacer una ciudad museística?

-Sí, porque complementa la oferta de sol y playa.

-¿Lo valora el turista?

-Mucho. De hecho, muchos de ellos me comentan que se han dado cuenta de que Málaga es mucho más que un aeropuerto. En las guías le dedican muy poco espacio y la gente se sorprende. Es injusta esa escasa presencia porque hay mucha prensa internacional haciendo reportajes sobre Málaga. En la televisión china vi hace unos meses un reportaje sobre el Soho.

-¿Qué hay que potenciar?

-Todos los barrios tienen mucho potencial turístico, no solo la calle Larios y el centro. La Trinidad, Huelin, El Perchel, Pedregalejo... Hay que distribuir la riqueza por toda la ciudad.

-Tendrá usted centenares de anécdotas en su trato diario con los turistas.

-Los turistas suelen querer ver todo el centro de Málaga, incluyendo un paseo andando por Gibralfaro, en dos horas. Se lían además con la historia de la ciudad. Desconocen que Málaga es la tercera ciudad más antigua de Europa occidental, tras Cádiz y Lisboa. Tenemos 100 años más que Roma. A los turistas les encanta el mercado de Atarazanas. Les gusta tocar toda la fruta y les aviso de que no lo hagan porque se enfadan los fruteros. A un viajero le hacía ilusión ponerse de tendero, se puso como pescadero y estuvo cantando el pescado.