Málaga estudia limitar la venta de alcohol en el centro durante la Feria para evitar los botellones

Esta semana se reúnen las áreas de Comercio, Fiestas y Seguridad Ciudadana y uno de los puntos a estudiar es cómo mejorar la medida ya impuesta en Sevilla con la seguridad jurídica necesaria

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Botellón en la plaza Unicibay en la Feria de 2019.
Botellón en la plaza Unicibay en la Feria de 2019. / M. H.

Málaga/El Ayuntamiento de Málaga ya está con la mirada puesta en la que será la primera Feria de Málaga tras dos años en blanco a causa de la pandemia de Covid. Esta semana se reúnen las áreas de Comercio, Fiestas y Seguridad Ciudadana para tratar de cerrar algunos de los flecos con respecto a la semana de festejos de la capital. Y una de las mayores preocupaciones son los botellones, episodios de ruidos y actos incívicos en el centro histórico.

Es por ello que uno de los puntos claves a tener en cuenta y que empezar a hilar en esta reunión, como ha adelantado Cadena SER, es la manera de adaptar la normativa que puso en marcha el Ayuntamiento de Sevilla y por la que prohibió la venta de hasta 170 bebidas además de hielo en el barrio de Los Remedios –que acoge el recinto ferial– para evitar los botellones.

Si bien desde el Consistorio se han fijado en la norma, están estudiando cómo mejorarla para implementarla en el centro histórico malagueño. Por un lado, no quieren en La Casona del Parque que se perjudique a los comerciantes de la zona prohibiendo vender bebidas completamente normales como leche o batidos y que acapararon titulares en la capital andaluza.

En Sevilla, la norma publica decía literalmente que “no podrán expenderse bebidas susceptibles de ser consumidas en la vía pública, en cualquier tipo de envase (vidrio, latas, plástico y similares), ni hielo, por los establecimientos relacionados” en dos zonas delimitadas de Los Remedios.

Esto causó el malestar de los comerciantes, que dudaron de la seguridad jurídica de la resolución municipal, que en un principio iba a extenderse entre las 15:00 y las 8:00, pero que tras las quejas se aumentó hasta las 16:00 la posibilidad de comprar bebidas en estas dos zonas.

En Málaga, la medida se limitaría al centro histórico y aún se está estudiando como adaptarla para garantizar la completa seguridad jurídica. Además, en el Consistorio pretenden tener una reunión con los comerciantes antes de anunciar la norma para consensuar sus necesidades.

De esta manera, no podría comprarse alcohol, hielos o bebidas de litro en el centro histórico, pero sí en el resto de Málaga, tanto en los barrios aledaños como en la zona de El Real de la Feria. El objetivo es poner coto al ruido y al botellón en la almendra central, zona en la que ya se está trabajando para evitar el ruido y los problemas que pueden generar el botellón de borrachera o las despedidas de soltero.

El consumo de alcohol en la vía pública ya está prohibido por las ordenanzas malagueñas, pese a ello durante la Feria se generan problemas para hacer cumplir con la normativa pese a los esfuerzos y los planes especiales que pone en marcha el Ayuntamiento de Málaga.

Salvador Pérez Muñoz, presidente de Málaga Comercio, se muestra partidario de poner coto a los botellones, "la Feria debería ser para disfrutarla y pasarlo bien; entiendo que los más jóvenes no se pueden permitir ciertos precios, pero hay que intentar evitar que se produzcan los botellones con la imagen que generan".

Es por ello que asegura que trabajarán con el Ayuntamiento en la medida de lo posible para tratar estos problemas, "que genera problemas, suciedad, ruido...". "Hay que intentar inculcar una cultura diferente, que el disfrute no sea motivo de botellón ni de borrachera, no sé si hay que prohibir, mentalizar, dialogar...", matiza Pérez.

Otros temas a tratar

Entre los flecos que ya están tratando de cerrar en el Ayuntamiento para la Feria están las actividades que se hacen con diferentes establecimientos y restaurantes; distintas cuestiones que puedan afectar a la apertura de las casetas o, bien, la necesidad de la apertura de casetas eventuales si lo requiriera el caso. Esta es una reunión que se hace todos los años que la feria se ha celebrado con normalidad y que, incluso, se dio el año pasado en previsión de que la pandemia permitiera su celebración.

El PSOE presenta una moción para exigir un aumento de la presencia policial y combatir contra el turismo de borrachera

El Grupo Municipal Socialista ha pedido al Ayuntamiento de Málaga “medidas contundentes para frenar el turismo de borrachera en las calles del centro”, con una moción que se defenderá en el próximo Pleno y que prevé el aumento de la vigilancia policial y la regulación de las viviendas turísticas mediante una modificación del PGOU, además “del estricto cumplimiento de la normativa contra el ruido”. Lamentablemente, “Málaga se está consolidando como un destino de este turismo de borrachera. Situaciones dantescas grabadas por vecinos un día sí y otro día también. Videos que son prueba recalcitrante de la degradación, no solo de la calidad de vida de malagueños y malagueñas, sino de la imagen de nuestra ciudad”, ha expresado Dani Pérez.

El portavoz socialista, Dani Pérez, ha explicado los términos de esta moción en compañía de los concejales Pablo Orellana, Carmen Martín y Alicia Murillo. Pérez urge al alcalde de la ciudad “a preocuparse ante un problema que está poniendo en jaque la convivencia en el centro entre residentes y hosteleros. Paco de la Torre no debe escabullirse de sus obligaciones. No está bien que deje este problema en manos de los hosteleros sugiriéndoles que no atiendan a quienes lleven dos copas de más”. El socialista ha recordado que “Málaga tiene un déficit de más de 300 agentes de policía según datos de la FEMP y que esta carencia se ve en momentos como el que padecen los malagueños actualmente, con un centro de la ciudad donde Paco de la Torre ha perdido el control”, ha agregado el líder socialista.

Asimismo, Pérez insta al equipo de gobierno a “resolver este problema de raíz, frenando el descontrol con la falta de regulación de los pisos turísticos, que es donde se alojan quien la lían en nuestras calles”, a la vez que ha recordado que en diciembre de 2020 se aprobó por unanimidad en el pleno municipal “consensuar con los agentes sociales implicados la modificación del PGOU para regular el uso de las viviendas turísticas, un paso que ya dio Bilbao para establecer un número clausus en su centro histórico y que ha ayudado a combatir los efectos negativos de este turismo de bajo coste, el de borrachera y escándalo”.

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