Málaga lanza una fundación para crear un ecosistema de empresas innovadoras

El sector privado, el Ayuntamiento y la Junta constituyen el Instituto Ricardo Valle a imagen y semejanza de los grandes centros tecnológicos del mundo

El director del PTA, Felipe Romera, asegura que ya no es tan importante el entorno físico como la colaboración

Más de 40 empresas piden instalarse en el PTA en los últimos nueve meses

Edificios del Parque Tecnológico de Andalucía
Edificios del Parque Tecnológico de Andalucía / Javier Albiñana
Tomás Monago

19 de enero 2022 - 06:06

Si antes el ecosistema innovador se concentraba en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) ahora ya no tiene por qué ser así. La extensión del teletrabajo -que permite al empleado desarrollar su talento en cualquier punto de la provincia- y la instalación de empresas tecnológicas como Google, Freepik y otras empresas locales fuera del PTA llevan a que el modelo cambie. Ya no es tan importante el entorno físico como el ecosistema de colaboración.

Esa es la idea que defiende Felipe Romera, director de Andalucía TechPark (la marca comercial del PTA), quien afirma: "Nos da igual donde estén las empresas, nos da igual que estén en el parque o estén fuera". Lo importante, añade, es que el PTA ejerza de tractor y que las empresas que vengan a Málaga -a cualquier zona- "cooperen unas con otras; eso fortalece el sistema de innovación".

Para llegar a este punto, Romera explica que ya en 2020, en plena pandemia, nació Málaga TechPark Execs, un club en el que hay empresas de dentro y de fuera del PTA y que desarrolla "un plan de actuaciones de cooperación, muchas ligadas a fondos europeos, para llevar a cabo proyectos conjuntos de empresas (entre ellos la creación de 'startups') y de empresas con la Universidad".

Ahora se da un segundo paso en la configuración del ecosistema empresarial. La semana pasada se constituyó formalmente el Instituto Ricardo Valle, una fundación al estilo de los grandes centros tecnológicos españoles y del Instituto Fraunhofer alemán. Con capital fundamentalmente privado pero con la participación del Ayuntamiento de Málaga y de la Junta de Andalucía, el nuevo organismo se lanza oficialmente el viernes.

"Este es el elemento que nos marca el escenario por donde va a ir el parque tecnológico, el de la creación de un ecosistema. No se trata de que venga una empresa de forma aislada y se dedique a crecer sola y a crear 'startups '. Se trata de que cooperen para fortalecer el sistema de innovación", dice Romera, que añade que esto, más que una opción, es una necesidad. "No tienen más remedio que cooperar. En el mundo de la innovación hay dos vectores hoy en día: la inteligencia artificial, con el 'blockchain' y la ciberseguridad como derivadas, y el 5G, la posibilidad de transmitir información a grandes velocidades. Y el desarrollo digital es de tal magnitud que las empresas solas no pueden desarrollar toda la tecnología. Necesitan ayuda para proyectos que por su dimensión o capacidad no pueden acometer".

El PTA, a punto de terminar un nuevo edificio de oficinas

El Parque Tecnológico de Andalucía está en la idea de crecer. Romera cree que Google y Vodafone han puesto a Málaga en el foco tecnológico y eso tiene que ser aprovechado. Desde el punto de vista físico, el plan parcial del parque -que lleva tres años en tramitación- prevé 150.000 metros cuadrados para oficinas, y ahora está en fase de aprobación inicial, por lo que "todavía queda camino que recorrer", dice Romera. Pero el parque tiene licencia para desarrollar "ya, ahora mismo", entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados, y Romera llama, en este sentido, a las empresas privadas a tomar la iniciativa, ya que si quieren levantar un edificio no tendrían necesidad de pedir un permiso. El parque, por su lado, terminará en el primer trimestre del año un edificio de oficinas y empezará a construir otro de inmediato. Y Grupo Lar comenzará a trabajar en breve en el edificio de residencia temporal de trabajadores del PTA, tras la cesión de una parcela firmada la semana pasada. Tendrá capacidad para 200 trabajadores pero la intención es que sea ampliable al doble y hacer más en los próximos años.

Para Romera, el parque tecnológico ejercerá de aglutinador de ese ecosistema y el hecho de que las empresas estén allí o no perderá importancia. Pero eso no quiere decir que el PTA no siga siendo un foco de atracción de empresas. Hasta octubre, había 40 solicitudes paran instalarse allí. "Nunca en la historia del parque habíamos tenido más interés y te diría que son empresas internacionales; inicialmente quieren poner una pata en el parque, en un espacio más pequeño, para luego tener posibilidades de crecimiento".

El PTA, además, ya no es el parque tecnológico de Málaga capital, sino de toda la provincia. Su director cree que la eclosión del teletrabajo por la pandemia va a consolidar un sistema mixto en el que la presencialidad solo sea requerida dos o tres días por semana. Eso hace que se pueda vivir algo más lejos para trabajar en el PTA. "Las empresas buscan gente que viva en el entorno, que ahora es mucho más amplio. Antes mirábamos a Málaga, que es una población de 500.000-600.000 habitantes, y ahora mira a toda la provincia, alrededor 1.700.000". El PTA, sostiene, está en el centro, a 45 minutos máximo de todo y se puede vivir en Antequera, la costa, el valle del Guadalhorce y la capital y trabajar en el PTA.

Ahora mismo, eso es más algo potencial que real. Romera ve necesario que la Junta arbitre con urgencia "un sistema publico de autobuses y lanzaderas del metro para facilitar el acceso de las personas (desde cualquier punto) al parque". Y advierte: "tiene que ser un desplazamiento más sostenible, y el proyecto que llevamos a cabo con Endesa de cara a 2027, e-City Málaga, va en esa dirección. Esa iniciativa tiene que ser una referencia de la sostenibilidad en Málaga".

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