Málaga lidera un pionero proyecto y será una de las 11 ciudades europeas que en los próximos años contará con un barrio que englobe el modelo de ciudad sostenible en la que la eficiencias energética, la mejora de la movilidad y la proximidad de los servicios básicos sean una realidad. El Ayuntamiento de Málaga, a través del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (Omau), ya ha redactado el proyecto de manzana verde que se desarrollará en la zona de El Duende de la capital en una superficie de unos 94.000 metros cuadrados en las que se alternarán casi un millar de viviendas con jardines, centros educativos, sociales y de salud, y zonas comerciales.

Será un barrio en el que sus vecinos encontrarán a su alcance la mayoría de los servicios básicos necesarios en su día a día y en el que el uso del vehículo privado estará limitado a las zonas periféricas, puesto que en el interior primarán las zonas peatonales y las dedicadas al carril-bici. Según el director del Omau, Pedro Marín, la manzana verde se configura como un proyecto piloto que "pretende ser un ejemplo real de cómo se puede intervenir tanto en el desarrollo de un área o barrio sostenible como en su concreción en la construcción de un edificio".

Esta iniciativa forma parte del programa europeo CAT-Med a través del cual se construirán barrios residenciales bajo criterios sostenibles, además de en Málaga, en las ciudades de Valencia, Barcelona, Sevilla, Génova, Turín, Roma, Marsella, Aix-en-Provence, Atenas y Tesalónica. Cada de una de estas ciudades ha elegido una parcela donde deberá llevar a cabo el proyecto de manzana verde que, aunque será diferente en cada localidad, tendrá que tener características similares.

La idea principal es desarrollar una edificación bioclimática, en un ambiente de zonas verdes, que sea eficiente desde el punto de vista energético, que contenga los usos diversos que tiene la ciudad -residencia, comercio, terciario y equipamientos-, y que en su diseño se incluyan las nuevas tecnologías de captación energética y de recuperación de residuos.

En Málaga capital, después de haber estudiado varias localizaciones en Campanillas, Churriana y la zona este, el Ayuntamiento decidió optar por la zona de El Duende principalmente porque está sometida en estos momentos a un proceso de renovación urbana y porque es una zona central de la ciudad con una densidad importante.

El Omau, en colaboración con la Gerencia Municipal de Urbanismo, el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) y el área de Participación Ciudadana, ha diseñado un proyecto sobre una superficie de 93.929 metros cuadrados en las que se construirán 923 viviendas construidas con criterios bioclimáticos.

La novedad de este proyecto, según el responsable de este organismo, es que "coexistirán viviendas de renta libre con otras protegidas en el mismo edificio". Para saber cuál es la mejor orientación que evite el derroche energético, el Omau ha hecho también un estudio en el que se ha tenido en cuenta la radiación solar de todas las épocas del año y a diferentes horas.

El interior de este barrio sostenible será preferentemente peatonal y los aparcamientos subterráneos para evitar coches en la superficie. El fomento del transporte público también será una prioridad y para ello se han dispuesto nodos de comunicación en los distintos puntos cardinales del barrio para tratar de disuadir a los vecinos sobre el uso del coche privado.

Además, la manzana verde contempla 35.000 metros cuadrados de zonas verdes y 5.240 metros cuadrados de equipamientos públicos.

Pero antes habrá que solventar el problema de la liberación de este suelo municipio donde actualmente se ubican las instalaciones de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) y la sede municipal de los Servicios Operativos, algo que el Ayuntamiento de Málaga aún no ha adelantado cómo piensa solucionar.

La ordenación final del suelo se hará mediante un plan especial, que configurará el reparto de volúmenes, así como el viario e infraestructuras de acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) puesto que en toda esa zona cercana al polígono industrial de San Rafael se prevén 3.200 viviendas para los próximos años.

Otro de los obstáculos que deberá superar este pionero proyecto para convertirse en una realidad es el de la financiación. La idea inicial es la de impulsar un concurso para que sea una entidad privada la que ejecute el proyecto del Omau y que sea ésta la que saque rentabilidad con la venta o alquiler de las viviendas.

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