Málaga no llora por Argentina
Las relaciones comerciales entre la Costa del Sol y el país latinoamericano son escasas, aunque los empresarios que exportan aseguran que están "muy preocupados"
La nacionalización de la petrolera YPF, participada por la empresa española Repsol, a cargo del Gobierno argentino ha desatado una guerra económica entre los dos países cuyas consecuencias aún se desconocen. El Gobierno español anunció el lunes que tomará medidas en los próximos días y todo el sector empresarial está a verlas venir. La economía malagueña, dentro de lo que cabe, no se verá especialmente perjudicada ya que la relación comercial entre ambas zonas es muy reducida, si bien hay varias empresas locales que exportan con cierta regularidad al país latinoamericano y que no ocultan su preocupación por la situación.
Pese a que Argentina es uno de los países cultural y demográficamente más apegados a Málaga, la balanza comercial es casi insignificante. Las empresas malagueñas realizaron el año pasado apenas 181 exportaciones a Argentina -a Alemania se hicieron, por ejemplo, 11.982- por un valor de 1,97 millones de euros, según los datos del Consejo Superior de Cámaras. Teniendo en cuenta que las firmas malagueñas exportaron en 2011 productos y servicios por valor de 1.362 millones de euros, las ventas a Argentina solo representaron el 0,14% del total. Es un registro muy bajo pero se da la circunstancia de que es el más alto de los últimos cinco años, lo que da idea de lo poco que miran las empresas malagueñas a Argentina.
Las importaciones son mayores, arrojando un saldo negativo de la balanza, aunque tampoco son para tirar cohetes. El año pasado la economía malagueña importó productos argentinos por valor de 2,4 millones de euros, el 0,18% del total, aunque aquí sí se ha apreciado una fuerte disminución respecto a años anteriores. En 2006, por ejemplo, las importaciones argentinas alcanzaron los 12,5 millones de euros en más de un millar de operaciones.
Málaga compra de Argentina, principalmente, productos de origen animal -el volumen de carne es, al contrario de lo que pudiera pensarse, muy bajo-, pescado, frutas, hortalizas y artículos deportivos. Por su parte, las empresas malagueñas exportan de forma mayoritaria café, material eléctrico, libros o vehículos. "Argentina no es un destino prioritario para Málaga, pero es lamentable que se produzcan estas situaciones porque se cierran puertas precisamente en un momento en el que las empresas malagueñas estamos apostando por la internacionalización", explica María Paz Hurtado, presidenta de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Málaga. Hurtado es además copropietaria de Hutesa, una firma que exporta aceitunas a medio mundo y que tiene a compañías argentinas entre su clientela. "No creo que nos perjudique este conflicto porque nosotros vendemos allí pero no estamos implantados. Es posible que le afecte más al que quiera invertir en aquella zona, aunque dependerá de cómo actúe el gobierno español", añade.
El listado de empresas malagueñas que venden en Argentina es corto pero activo. Sogecam es una industria ubicada en el PTA que fabrica, entre otras cosas, teléfonos públicos de monedas. Argentina es uno de sus principales mercados, hasta el punto que exportan entre 600.000 y 800.000 euros al año. "Ya estábamos preocupados antes de este conflicto porque Argentina tenía un 20% de inflación y ahora lo estamos más. La situación pinta mal porque se ve una indefinición jurídica en el país", explica César Pérez, presidente de Sogecam, quien reconoce que "tenemos pagos pendientes importantes y esperamos a ver cómo se resuelve el tema". Esta empresa vende su producción a Telefónica Argentina, filial de la multinacional española, y Pérez se pregunta si al gobierno de Cristina Fernández no se le ocurrirá también nacionalizarla. "El enfermo cada día se pone peor pero tampoco es bueno enfadarse con el médico", puntualiza.
La editorial Arguval también tiene contactos permanentes con Argentina. Exporta libros desde hace seis años y, según señala su propietario, Francisco Argüelles, "era hasta ahora uno de los países donde mejor estábamos trabajando". Sin embargo, llevan unos meses con problemas. El último envío estuvo retenido dos meses en la aduana porque el gobierno argentino no permitía su entrada al país, una situación que le ha ocurrido a la mayoría de editoriales españolas. Editores de todo el país se reunieron ayer en Madrid para analizar la situación, ya que en 2012 no han acudido, por vez primera vez en muchos años, a la feria del libro que se está celebrando estos días en Buenos Aires. "Yo tenía que estar ahora en Argentina pero no hemos puesto un expositor como protesta", subraya Argüelles. Málaga ya no llora por Argentina aunque a nadie le gusta el devenir de los acontecimientos.
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