felisa rodero. médico de la junta provincial de la AECC de málaga y profesora de la uma

"Málaga necesita un tercer hospital porque hay gente que espera meses para operarse"

  • Critica que la limpieza no ha mejorado en la capital desde hace décadas y lamenta que el centro histórico tenga solares abandonados pese a ser una ciudad cosmopolita

Sólo su acento marcadamente asturiano le delata, pero Felisa Rodero se siente malagueña después de llevar unos 30 años residiendo en la capital donde además nacieron sus hijos. Toda su carrera profesional la ha desarrollado aquí y la prevención del cáncer se ha convertido en su lucha diaria. Su labor en la Asociación Española contra el Cáncer la ejerce con contagiosa dedicación y considera que los recursos sanitarios públicos no son suficientes para mejorar la calidad de la vida de las personas y les familias que sufren el mazazo de esta enfermedad.

-Ese dicho de que más vale prevenir que curar en el caso del cáncer es más cierto si cabe, ¿no?

-Efectivamente. Uno de los lemas de la asociación es llegar a tiempo es vencer. Por una parte, se puede prevenir y evitar que se produzca el cáncer con hábitos de vida saludable. No fumando, comiendo adecuadamente y no abusando del alcohol. Y luego también se puede hacer una prevención secundaria con un diagnóstico precoz porque cuando un tumor todavía es pequeño, con un tratamiento relativamente sencillo, tiene unos porcentajes muy importantes de curación.

-¿Cree que la gente está suficientemente concienciada ante esta enfermedad?

-Afortunadamente cada vez hay más información y más educación sanitaria, pero todavía queda mucho por hacer por ejemplo con el tabaco. La gente sigue fumando y todavía hay mujeres que no acuden a partir de una edad a su control mamográfico para el diagnóstico precoz de cáncer de mama.

-¿Por qué se tiene tanto miedo a pronunciar esa palabra?

-Por desgracia todavía hay muchas personas que relacionan la palabra cáncer con la muerte. Sin embargo, se cura bastante más de la mitad de los cánceres, y muchísimas veces se curan completamente y el cáncer se convierte en una enfermedad crónica como otra que se controla y la persona puede vivir con ella muchos años. Pero sigue dando mucho miedo a la población ese diagnóstico y causando un impacto para el enfermo y las familias.

-¿Hay datos que avalan una mayor incidencia de la enfermedad en la actualidad o es que simplemente el diagnóstico ha mejorado?

-Bueno, la población va envejeciendo y el cáncer es una enfermedad más propia de edades avanzadas. Antes se morían muchas personas de enfermedades infecciosas o de parto, ahora vivimos más y entonces realmente se diagnostican más casos. Pero lo importante es saber que se curan muchos.

-¿Los factores ambientales o de ritmo de vida tienen que ver?

-En su aparición tiene que ver también el ritmo de vida que llevamos y todos estamos expuestos a agentes cancerígenos. De hecho, es también una enfermedad más propia de países desarrollados. Pero claro en ese sentido también está relacionada la edad de la población.

-A pesar de los avances médicos que se están produciendo, ¿cómo es posible que aún no se haya llegado a vencer esta enfermedad?

-Estamos en camino y la investigación es la que va a curar el cáncer. Concretamente, la Asociación Española contra el Cáncer es la entidad privada que más medios económicos destina a la investigación de nuevas técnicas y nuevos fármacos. Tenemos equipos en toda España y estamos obteniendo resultados muy positivos.

-¿Sueña con el día en el que el cáncer se pueda curar definitivamente?

-Es que el cáncer hoy en día se cura, pero claro depende también del momento en el que la enfermedad se diagnostica. De todas maneras, por supuesto que sueño que sí. Es el sueño de las personas que trabajamos en esto.

-La información a edades tempranas resulta fundamental, pero ¿por qué no cala entre los jóvenes el riesgo del tabaco?

-Nosotros tenemos campañas escolares donde vamos a los centros y trabajamos con niños a partir de los 8 años sobre la alimentación, el ejercicio físico, el alcohol, el tabaco y la protección solar. También a las niñas se les informa sobre el cáncer de cuello uterino y la vacuna frente al virus del papiloma humano. Y realmente vamos teniendo resultados, pero la gente joven siempre fue muy atrevida y cree que la enfermedad no les va a tocar nunca. Lo que sí que nos preocupa es que ahora mismo entre la población juvenil están empezando a fumar más las chicas que los chicos, y las mujeres tienen también el añadido de la posibilidad de embarazos futuros en los que muchas siguen fumando.

-¿El virus del papiloma humano está tan extendido?

-Es la enfermedad de contagio sexual más frecuente en el mundo. Se estima que en los dos primeros años de actividad sexual, el 80% de las personas están expuestas a este virus. Nosotros facilitamos información para que las niñas se vacunen porque aquí en Andalucía se pone a los 14 años. Todo lo que sea prevención es bueno, aunque el cáncer de cuello de útero afortunadamente ahora mismo no tiene alta incidencia.

-Protección solar. ¿Le sorprende que todavía haya gente que no atienda a estas recomendaciones y se tueste al sol sin prevención?

-Es que con las horas de sol que tenemos en Málaga deberíamos ponernos protección solar todos los días del año. Se lo digo a los niños en los colegios porque cuando salen al recreo están al sol y no hablemos ya en vacaciones. Aquí vivimos prácticamente al sol y todavía hay mucha incultura incluso en los padres, porque la mayoría no protegen adecuadamente a sus hijos. En cuanto a los adolescentes, hacen auténticas barbaridades porque creen que si se ponen protección solar no se van a poner morenos, cosa que es un gran error y un mito. Usando protección solar lo que pasa es que te pones moreno más lentamente, pero no te quemas. Y el melanoma es un cáncer que sí que va aumentando en la incidencia porque tenemos la capa de ozono mal y están llegando radiaciones solares a la Tierra que hace años no llegaban. Eso hay que tenerlo muy en cuenta, porque es que cada año hay más cáncer de piel que el año anterior.

-¿Qué piensa de todos esos investigadores que se tienen que ir de España por falta de oportunidad a pesar del importante trabajo que desempeñan?

-Me da mucha pena porque soy también profesora de la Universidad de Málaga donde formamos profesionales que luego van a rendir fuera. Es decir, se les da una buena formación en una buena universidad y después todo ese potencial se nos escapa porque esos chicos tienen que buscar su futuro y terminan dando el rendimiento fuera del país. Eso es muy preocupante.

-¿Confía en que algún día puedan regresar?

-Confío en que las alturas realmente se convenzan de que no podemos seguir perdiendo esa capacidad intelectual que se nos está yendo fuera.

-Con este panorama, ¿cómo ve el futuro de la Universidad?

-En la Universidad pasa un poquito lo que en la sanidad, que los profesionales se multiplican por lo que pueden y seguimos saliendo adelante sin bajar la calidad de cara a la formación que se les da a los alumnos. Y eso pasa porque es una profesión muy vocacional, y el que lo hace lo hace porque le gusta y si tiene que dar más de sí mismo lo da a pesar de todo.

-Pese a que la educación y la sanidad son tan importantes en la sociedad, ¿por qué cree que los recortes se ceban con ellas?

-Pues creo que precisamente confiando en los profesionales y en que van a dar de sí para que los resultados sean los mismos, porque sino no me lo explico. La educación es el futuro del país y hacer recortes en ese campo es un error.

-En el caso de la sanidad, ¿cuál es la situación actual?

-Hay muchas carencias. De hecho, por eso estamos las asociaciones para llenar esos huecos que quedan. Concretamente, con enfermos de cáncer en lo que más trabajamos es en la atención psicológica y social porque eso les falta. Faltan camas, otro hospital en Málaga y siempre falta algo, pero hay campos a los que sencillamente al paciente no se le ayuda y por eso estamos las ONGs.

-¿Necesitan recibir atención psicológica a los enfermos?

-El cáncer afecta al enfermo y a la familia y no hablemos del cáncer pediátrico, cuando es un niño al que le toca. Todos sabemos que en algún momento vamos a perder a los padres, que quizás podemos perder la pareja, pero que un hijo enferme no entra dentro de la cabeza porque va en contra de la naturaleza. Eso es un impacto tremendo y nosotros tenemos psiconcólogos que están especializados en este campo, que ayudan tanto al enfermo como a la familia. Y se les ayuda a asimilar el diagnóstico, a sobrellevar los tratamientos porque a veces son duros y también a ayudamos a la comunicación entre la familia con los profesionales. Es decir, ayudamos a que la enfermedad se lleve lo mejor posible de forma completamente gratuita. Otro campo ahora mismo muy importante es la ayuda social porque una enfermedad siempre cuesta dinero y a lo mejor un miembro de la familia tiene que dejar de trabajar para cuidar al enfermo, si es un niño sin duda. Siempre hay gastos de farmacia, de peluca y hay quien no puede. Gracias al convenio que tenemos con Bancosol estamos hasta repartiendo comida porque un enfermo necesita una alimentación sana, completa y buena y hay familias que ahora mismo no pueden hacerse cargo de eso.

-O sea que la crisis está haciendo mella en las familias hasta en ese sentido, ¿no?

-Sí, de hecho en este último tiempo la demanda que más se le incrementó a la asociación fue la petición de ayudas sociales. Por supuesto, también se les informa de las ayudas públicas, que existen, porque muchas veces no pedimos las cosas porque no sabemos que existen. Les ayudamos si tienen que pedir una minusvalía, donar pelucas y tenemos pisos residencia también, donde acogemos a enfermos que vienen de fuera de Málaga a tratarse aquí y si no tienen medios para pagarse una pensión tienen que vivir dentro del hospital. Eso supone un coste psicológico importante, sobre todo en niños. Estas residencias son casas normales donde pueden cocinar, poner lavadoras o ver la televisión, es decir, se trata de normalizar la vida del enfermo lo máximo posible. También le ofrecemos información psicosanitaria porque muchas veces el enfermo o la familia van al médico y, sobre todo, el día que le dan el diagnóstico no se enteran de nada. Se bloquean y cuando salen por la puerta es cuando se les ocurren las mil y una preguntas. Nosotros intentamos explicarles todo para que comprendan en qué consiste con tiempo porque aquí no hay prisa.

-¿Os sentís arropados por las administraciones?

-Colaboramos con ellas y tenemos psicólogos y voluntariado en hospitales. Por supuesto que las administraciones reconocen nuestra labor y la sociedad malagueña también. Somos una entidad privada que nos mantenemos gracias a la población porque los servicios cuestan dinero. Tenemos muchos voluntarios, pero la plantilla mínima de personas tienen que tener un sueldo aunque sea simbólico. Gracias a la colaboración de ciudadanos, a legados, a la cuestación, a actos sociales para recaudar sobrevivimos. La sociedad malagueña siempre ha sido muy solidaria con nosotros. De hecho, es una de las juntas más activas que hay en España dentro de la Asociación Española contra el Cáncer.

-¿La solidaridad no se ha visto mermada con la crisis?

-Ahora cuesta más porque hay muchas personas pidiendo. Cuando nosotros empezamos en Málaga no había muchas ONGs y estábamos casi solos, ahora afortunadamente hay bastantes asociaciones para ayudar a los enfermos de cáncer. Lo que pasa es que la nuestra es la única que ayuda al enfermo desde el momento del diagnóstico y en todo su camino.

-¿Considera que Málaga necesita un tercer hospital?

-Pienso que sí porque el problema está en la calle y hay personas que esperan meses para intervenirse. No es el caso del paciente oncológico que va por una vía preferente, pero aún así también se podría mejorar. A nivel de otras áreas de la medicina hay listas de espera muy preocupantes y eso no se puede negar, lo publicáis los medios de comunicación y lo cuentan los propios enfermos. Es así.

-¿Y el Chare del Guadalhorce?

-Volvemos a lo mismo, sólo se explica por una cuestión económica y política. Pero todo lo que sea mejorar la calidad y la dinámica de atención sanitaria por supuesto que me parece maravilloso.

-¿No tiene la impresión de que hay que esperar a que llegue un periodo de elecciones para que las cosas se muevan?

-Quizás sí, encima ahora a partir de una fecha ya no se puede inaugurar ni decir nada antes de las elecciones del 20 de diciembre y se queda todo parado a la espera de a ver qué pasa.

-¿Qué cree que ocurrirá en las próximas elecciones?

-Pues no lo sé, pero en general estoy muy desencantada de todos y cada uno porque prometen, prometen y prometen y luego no cumplen. Lo que hace un gobierno luego viene otro y lo deshace, y forman un barullo impresentable. Se buscan problemas que no existen, solamente por obtener primeras planas. Llega un momento que es que de verdad uno ya no sabe a quién votar porque no me gusta nadie.

-Aunque es asturiana hace muchos años que vive en Málaga, ¿con qué se quedaría de la importante transformación que ha sufrido la ciudad?

-Me quedaría con lo bonitas que están algunas partes del centro histórico, aunque hay otras muchas que necesitan mucha mejora. La zona de la Catedral o la calle Larios da alegría pasar. En lo que no ha mejorado nada Málaga en todos estos años desde que llegué en 1982 ha sido en limpieza.

-¿Y que es lo que menos le gusta?

-Es que me gusta Málaga, estoy muy bien aquí y sólo el sol es maravilloso.

-¿Se siente orgullosa de Málaga como referente turístico o cree que ese modelo de sol y playa está saturado?

-Creo que Málaga es más que sol y playa. Tiene un montón de museos y una oferta cultural muy buena, unas iglesias maravillosas, una Catedral fenomenal y muchas cosas más que la playa. Lo que pasa es que tiene algunas zonas que no le corresponde a una ciudad moderna y cosmopolita, como esos solares enmedio del centro que me dan mucha rabia ver.

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