La Diputación de Málaga pondrá en marcha antes del verano un plan provincial contra la soledad en la tercera edad, según anunció ayer el presidente, Elías Bendodo, durante la celebración del Debate del Estado de la Provincia. El proyecto, pionero en España y del que ayer se conocieron sus líneas maestras, contiene medidas de control y acompañamiento de aquellas personas susceptibles de padecer esta situación, y está motivado por el envejecimiento de la población de la provincia. Se trata de la segunda gran iniciativa anunciada por la Diputación en año preelectoral, tras la ampliación del recorrido del Caminito del Rey.

El plan provincial contra la soledad prevé en primera instancia realizar un censo de personas mayores que viven solas, lo que facilitará conocer el alcance real de un problema que se ha convertido ya en "grave", según Bendodo. "Los mayores que viven solos representan ya el 42% del total de hogares unipersonales de la provincia, muchas veces nos creemos [que los que viven en esta situación] son jóvenes independizados, pero esto existe", agregó el presidente. Ese porcentaje representa a unos 64.900 personas en la provincia, de los que el 70% son mujeres.

El 42% de los hogares unipersonales de la provincia está habitado por mayores de 65

El proyecto incluye medidas como la exploración de un plan piloto tecnológico para la instalación de domótica -automatización del domicilio- en las casas de ancianos. Bendodo indica que la futura extensión de la medida servirá para "monitorizar su bienestar y detectar posibles problemas". Mientras esa actuación más a largo plazo llega a los hogares, el ente provincial también pondrá en marcha un servicio telefónico que servirá de acompañamiento a aquellas personas de la tercera edad que se sientan solas.

Por otro lado, Bendodo también expuso la creación de una mesa provincial contra la soledad, que se encargará de analizar el problema en profundidad y extraer las conclusiones pertinentes para elevarlas a la administración. En ella estarán presentes diferentes ONG -el presidente citó a la Fundación Harena o Cáritas-, además de las obras sociales de entidades financieras o fundaciones de empresas tecnológicas.

La salud de los afectados por esta situación tiene también cabida dentro del proyecto, con la puesta en marcha de un "equipo interdisciplinar de Servicios Sociales centrado en la soledad", indicó el presidente, quien aseguró que este futuro servicio pondrá "especial incidencia en el seguimiento y asistencia a los mayores en los hospitales, así como los ancianos que necesiten asistencia sanitaria". Bendodo recordó que solo en el año 2017 se detectaron a 45 personas mayores abandonadas en hospitales malagueños, la mayor parte de ellos de nacionalidad extranjera.

Otras de las medidas del plan incluyen estrechar la colaboración con la Universidad de Málaga en su programa de acompañamiento a mayores por parte de estudiantes y ampliar los programas de envejecimiento activo, centrada en los talleres y el deporte. Además, la Diputación está terminando los pliegos para poner en práctica a partir de otoño el llamado Imserso provincial. "Con esa iniciativa, más de mil mayores podrán hacer turismo en la provincia y a la vez combatiremos la estacionalidad en nuestros hoteles", indicó Bendodo.

El presidente aseguró que con este plan espera "implicar a toda la sociedad malagueña", a través de la creación de una red de voluntariado contra la soledad: "Así incentivaremos a que estas personas salgan de sus domicilios o que reciban a otras personas en los mismos, ya sean otros mayores con el mismo problema o voluntarios". Para llevar a cabo esta batería de medidas, Bendodo pidió a los grupos políticos sus "aportaciones primero y posterior apoyo" al proyecto. La provincia cuenta en la actualidad con 273.000 mayores de 65 años y se espera que para 2030 esa cifra llegue a duplicarse, cuando alcance las 430.000 personas. Para entonces, dentro de solo 12 años, uno de cada cuatro malagueños tendrá más de 65 años.