Málaga se pone el bikini
Las playas del litoral amanecieron ayer atestadas de gente que disfrutó de los 22 grados de máxima
En Málaga, la temporada de playa arranca con el olor a espetos de una punta a otra de sus paseos marítimos. Todavía quedan tres días para que empiecen los benditos meses sin erre (meses de buena sardina y noches cálidas) pero Málaga ya está en la playa. El mes de mayo trae los 30 días en los que el ciudadano disfruta de su playa a solas y con deleite. La pilla con ganas y no la encuentra atestada de público. Todavía no hace mucho calor, hay sitio en terrazas y chiringuitos y más de dos metros de espacio entre sombrilla y sombrilla. Se puede aparcar y no hay kilómetros de retenciones cuando uno quiere volver a casa después de una estupenda jornada. En mayo, la playa es de los malagueños, a los que el sol les carga las pilas y entona el humor.
Ayer, con una máxima que superó los 22 grados a mediodía, las del litoral amanecieron llenas. "Me ha encantado esta mañana sacar las chanclas, el bikini y el bronceador", comentaba Carolina que había quedado con su amiga Ángela para pasar un día de playa. "Primero nos hemos leído el periódico en el chiringuito, donde todavía se puede estar; luego nos hemos sentado en la orilla y ahora comeremos. Este plan en agosto es imposible".
"A los malagueños nos gusta vernos morenos; el sol hace que la gente esté más contenta", decía Sergio, después de darse el primer baño de la temporada.
También estaban de buen humor, con el desembarco del buen tiempo, los comerciantes playeros. Juan, que regenta un quiosco de helados en El Bajondillo, lo decía: "Hoy he vendido más que en Semana Santa, que ha hecho un frío que pela". Junto a los quioscos, también funcionaron mejor las tiendas de souvenirs, los merenderos, las terrazas o el alquiler de hamacas. No ha llegado el verano, pero ha empezado la temporada alta.
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