Málaga presume de chiringuitos de diseño

Chiringuitos de diseño en las playas de Málaga. Los tradicionales chambaos, que durante décadas han salpicado la costa española, se transforman en Málaga capital en nuevos iconos de la urbe, con lo que se da un giro de tuerca a la imagen del litoral de la capital de la Costa del Sol. La apuesta por este modelo se plasma en nueve de los 19 establecimientos que aún quedaban por regularizar en la ciudad y que ya cuentan con concesión por parte de la Junta de Andalucía para abrir todo el año. Y es en ellos donde los empresarios concesionarios y el Ayuntamiento optan por dar una vuelta de tuerca a la fotografía que hasta ahora se podía tomar en las playas de La Caleta, La Malagueta y Guadalmar.

Las imágenes ofrecidas ayer por el Consistorio constatan la apuesta innovadora que se hace en estas edificaciones, que serán sustituidas por los nuevos diseños. Una ola gigante es el motivo empleado para reemplazar dos establecimientos en Guadalmar, mientras que en La Malagueña y La Caleta se opta por formas y colores más mediterráneas. En todos los casos, las nueve construcciones ahora impulsadas se encuentran a una distancia mínima de 200 metros entre ellas, como exige la Ley de Costas vigente, y dispondrán de una superficie de 150 metros cuadrados explotables, a los que sumar otros 30 metros cuadrados destinados a aseos de uso público.

La envergadura del plan, que ya se deja ver en forma de obra en algunas localizaciones, queda constatada en la inversión que los empresarios tienen que asumir para dar forma al mismo. 400.000 euros es lo que, de media, cuesta la construcción de estas instalaciones, según dio a conocer ayer la concejala de Playas, Teresa Porras, que estuvo acompañada por el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del Sol y su delegado en la ciudad, Manuel Villafaina y Juan José Aguilar, respectivamente.

Unos gastos a los que añadir el canon que anualmente están obligados a abonar a la Dirección General de Costas, ascendente a 12.000 euros, y al Consistorio. En este último caso, mientras Porras hablaba de 4.000 euros, los empresarios apuntaron que creían que la aportación era de 3.000. En todos los casos, incidió la edil del PP, la concesión inicial es de cinco años, prorrogable de manera continuada hasta un máximo de 15. Aguilar admitió que uno de los problemas con el que se han topado los concesionarios es el elevado coste de la actuación y la reticencia de las entidades bancarias a facilitar la financiación. No obstante, admitió, han dispuesto de ayudas de fondos Feder para pagar parte de las intervención.

La previsión, según Villafaina, es que todos ellos puedan estar listos para abrir sus puertas antes de verano. "Son chiringuitos acordes con lo que Málaga se merece", dijo el presidente de los empresarios de playas. Porras, por su parte, destacó que las obras que requieren estas intervenciones, van a permitir generar 70 puestos de trabajo.

La concejala de Playas informó de que los chiringuitos que están pendientes aún de obtener concesiones definitivas son diez y confió en que la situación se normalice cuanto antes. Un camino de regularización que Villafaina extendió a buena parte de los establecimientos que hay en la provincia. De hecho, informó que de los alrededor de 400 que se contabilizan en todo el litoral, 107 ya cuentan con dicha concesión, mientras el resto está en proceso.

Al respecto, el presidente del colectivo, que admitió "que la cosa ha ido más lento de lo esperado", precisó que de los 290 que están pendientes de los trámites, "alrededor del 50% podrían cerrar el proceso antes de junio", quedando buena parte del resto para lo que queda de año. Asimismo, aludió a la existencia de un 10% de chiringuitos que tendrán que ser trasladados de su localización actual, por incumplir la normativa de Costas. Villafaina mostró su satisfacción por la importancia que los ayuntamientos malagueños dan a este tipo de negocios, "porque no somos sólo vendedores de pescado; hacemos otras cosas y somos seña de identidad de Andalucía".